El renacer de un corazón.
Por Alejandra Maraveles
04.
Cuando acaba el amor.
Lily salió esa tarde de la
oficina, sintiendo un gran calor en su interior, apenas y
recordaba la discusión que había tenido con Don, y quizá no lo
habría recordado de no ser porque al llegar a su apartamento vio
que iba llegando.
Don se acercó a la puerta y allí
esperó a que Lily caminara los últimos pasos hasta que llegará
hasta donde estaba él.
Lily lo miró de soslayo pero no
dijo una sola palabra, abrió la puerta y dejó que entrara Don,
ella iba muy seria mientras entraban al ascensor, Lily presionó el
botón para el 3er piso y Don simplemente se limitaba a observarla.
El ascensor hizo un rápido
trabajo y pronto llegaron al piso donde vivía Lily, se abrieron
las puertas y Lily salió primero, sacó sus llaves y abrió la
puerta de su amplio apartamento.
Don entró también y se quedó
parado mientras observaba como Lily acomodaba sus cosas en el
perchero y colocaba su bolsa sobre una mesa que estaba bajo un
espejo ovalado.
- ¿Y bien? – inquirió Lily con
una mirada severa.
- Pensé que querrías decirme
algo – contestó él.
- ¿Yo? – exclamó asombrada
- Pues sí – dijo él muy
convencido.
- No entiendo – señaló Lily -
creí que venías a disculparte
- ¿Disculparme? ¿Por qué habría
de disculparme?
- Por hacerme atravesar media
ciudad para después que me tratarás peor que a un perro viejo…
- ¡¡Esto es el colmo!! – espetó
Don.
- ¿A eso veniste? – preguntó
Lily muy enojada – ¿a que te pidiera disculpas?
- Pues es que…
- Es que nada… - reventó
finalmente Lily - ¿cómo me puedes decir algo semejante?
- ¿Por qué siempre he de ser el
culpable yo? – dijo Don elevando la voz - Estoy harto de esto…
- Pues si tan harto estás, pues
que se acabe….
Don iba a decir algo, abrió la
boca, pero se quedó callado de último momento, y después miró a
Lily… Lily lucía cansada, no físicamente, sino de todo aquello,
comenzó a recordar cuando había sido la última vez que había visto
reír a Lily… cerró su manos en puño y sintió como el coraje que
estaba sintiendo se había ido desvaneciendo. En su lugar sentía
como una especie de temor lo invadía.
Lily seguía muy enojada, sus
ojos llameaban y sus facciones seguían duras.
- Lily, quizá debamos tomarnos
un tiempo…
- Me parece bien… - dijo ella
decididamente – creo que nos hará bien estar un tiempo alejados…
- Entonces ¿te veo mañana?
- ¿Mañana? – preguntó Lily
alzando una ceja.
- Pues sí, ya que se te pase el
coraje mejor hablamos…
- No Don… pensé…
- ¿Qué pensaste?
- Yo, yo no quiero seguir así –
dijo muy seria.
- ¿A qué te refieres?
- A seguir discutiendo por
nimiedades… estoy cansada de todo… creo que…
- No, no lo digas… estas muy
enojada, tienes que dejar…
- ¿crees que es por enojo? – le
preguntó Lily – ¿Es que no encuentras extraña mi indecisión?
- Yo entiendo, no estás
preparada…
- Don ¿llevamos 3 años juntos?
- Por eso mismo – replicó él…
- No Don, esa es la razón por la
que no tiene sentido seguir… - dijo Lily con la voz un poco
quebrada – Creo que tengo que devolverte esto
Don la miró con los ojos
húmedos, pero respiró profundamente mientras que Lily se removía
el anillo de su dedo.
- Yo, sólo quiero que sepas que
hubo un momento en que si desee estar contigo el resto de mi vida…
- ¿Y por qué ya no?
- ¿Acaso no es evidente?
Mientras más pasa el tiempo, más compruebo que no estamos hechos
el uno para el otro….
- ¿Quieres decir que ya no me
amas?
- ¿Acaso tú me amas?
Don por segunda vez en esa noche
abrió la boca para decir algo, pero no lo hizo… miró a Lily, era
su costumbre estar con ella, pero ¿acaso aquello era amor? Si así
lo fuera, él no discutiría con ella todo el tiempo, y lo
comprendió y sintió mucha tristeza ¿Cuándo había dejado de amar a
Lily? ¿Cuándo se había acabado el amor?
Lily le depositó el anillo en la
mano, el muchacho desvió la mirada, le estaba costando trabajo
decir adiós, sabía que esa era quizá la última vez que miraría a
Lily.
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