Capítulo
04. Sin miedo
Por Lily
Flor
El fin de semana pasó sin novedad,
Alejandra estaba un poco aburrida, pero aprovecho para lavar su ropa y
asear su casa. Era domingo, un domingo muy tranquilo. Hasta deseó
estar en el trabajo. Al menos así vería a Anthony.
-No debo pensar mas en él- se dijo así
misma; mientras trataba de pensar en otras cosas, y de mantenerse
ocupada. Pero no podía, pensaba en sus ojos, oía su risa, lo imaginaba
allí, detrás del mostrador. Estuvo a punto de dirigirse al centro
comercial, cuando oyó que tocaron su timbre; ella salió a ver por la
ventana, y allí, los vio... a los tres.
-¡Baja!- Gritó Archie.
-¡Un Momento!- Gritó Ale
-¡Hagan silencio!- Escuchó Ale decir a
su vecina, que era una vieja cascarrabias. Los chicos se rieron al
mismo tiempo. Alejandra bajo, tenia puesto unos jeans, y una playera
blanca simple.
-Trae tu abrigo- le dijo Stear.
-¿Porque?- Preguntó Ale.
-Vamos a subir a un barco- dijo muy
complacido...
-¿Vamos?- Preguntó Ale, levantando las
cejas.
-Lo siento Ale- dijo Archie mientras le
pegaba un zape a Stear en la cabeza. -Vinimos a invitarte
-Mi tío tiene un barco, en el puerto de
Boston, esta noche no lo usara, y pensamos que seria relajante ir a
dar un paseo alrededor de Boston, ¿vienes?- Preguntó con aplomo.
-¡Sí claro!- Respondió Alejandra muy
contenta; y subió las escaleras hacia su piso deprisa. Tomó su abrigo
de mezclilla y se fue con los chicos. Todos se fueron en el mismo
carro.
-Agárrate- le dijo Anthony a Ale cuando
subió.
-Porque- preguntó Ale.
-Ya veras- le dijo Anthony con una
sonrisa muy picara, que casi enloquece a Alejandra.
En esos instantes Alejandra supo muy
bien porque Anthony le pidió que se agarrara bien...
¡¡¡Stear manejaba como un loco!!!
-¡Stear! - Gritó
-¡Vas a mil millas por hora, la policía
te detendrá! ¡Disminuye la velocidad!-
Pero Stear hizo caso omiso a las
peticiones de la chica, quien iba con el corazón en la boca. No podía
creer, que Stear manejaba como si fuera en una carrera de autos, y
todos parecían ir muy contentos, muertos de la risa, inclusive
Anthony. Cualquier cosa que dijera, no valía nada, porque el viento se
llevaba literalmente las palabras, por todo el aire que entraba a
través de las ventanas. Alejandra trato de relajarse, pero no podía,
solo se abrazo a sí misma, porque tenia frío, y porque iba muy
aturdida. Estaba así, sumergida en sus pensamientos, y en su miedo a
la velocidad, cuando sintió la mano de Anthony tomar la suya. El
corazón de Alejandra que ya de por si iba a mil, y ahora Anthony le
estaba tomando la mano parecía que se saldría de su pecho en cualquier
segundo. Su mano estaba tibia y suave, y se sentía tan bien.
-¿Estas bien?- Le preguntó Anthony un
poco consternado. Alejandra abrió los ojos, los tenia cerrados por
impulso, al abrirlos y voltear a encontrarse con esos ojos azules, que
la miraban con preocupación, sintió deseos de abrazar al dueño de tan
hermosos ojos. Pero se aguantó.
-Si, estoy bien, no me hagas caso, soy
bien cobarde para estas cosas, solo que pienso que la policía nos va a
parar y- entonces Anthony la interrumpió.
-No te preocupes de nada, vamos a estar
bien, ya casi llegamos- le dijo. Su voz era en verdad confortadora.
-¡Llegamos!- Gritó Stear.
-¡Y solo nos tomamos 15 minutos en
llegar!- Dijo con emoción.
-¡15 minutos que parecieron eternos!-
Gritó Ale, mientras tomaba su bolso y salía del carro un poco molesta.
Los chicos se miraron y solo levantaron los hombros, excepto por
Anthony, quien se aproximó a Alejandra que ya iba unos pasos mas
adelante.
-Estas bien- Preguntó de nuevo Anthony.
-Lo siento, necesitaba tomar aire-
contestó Alejandra, fingiendo una sonrisa.
-No, yo lo siento, no debí dejar que
Stear manejara. Espero que te sientas mejor, así disfrutaras del Yate,
es en verdad mas que un barco, jejeje, es súper cómodo ya lo veras- le
dijo Anthony con una sonrisa tan amable.
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