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Había una vez... 02



Capítulo 02. Un joven misterioso
Por Lily Flor 

La hora de ir casa llego, Alejandra tomó sus cosas, cerro la tienda, se despidió de las chicas, y se dirigió al estacionamiento donde tenia su carro. Usualmente a esa hora ya no había consumidores en el centro comercial, y se encontraba desolado. Alejandra tomaba las escaleras de servicio porque así llegaba más rápido a su carro. Pero ese día, sentía que alguien la venia siguiendo. Lo que la hizo detenerse a ver hacia atrás varias veces, pero nunca vio a nadie. Hasta que por fin salió y divisó a lo lejos su carro, se dio cuenta, que de hecho, alguien venia atrás de ella. Alejandra empezó a caminar más rápido. Pero cada vez que aligeraba el paso, se daba cuenta que los pasos se escuchaban aún más cerca. Entonces se asustó mucho, he hizo un intento de correr, pero en eso se tropezó y votó unos papeles que traía en la mano. Cuando se agachó para recogerlos rápidamente, se percató más de cerca del joven que venia, estaba un poco oscuro, pero parecía ser Archie, entonces se sintió más tranquila, y ya no se apuró tanto.
 
-Te ayudo- le dijo el joven en la oscuridad del estacionamiento.
-No gracias, ya lo tengo todo- le contestó ella en un tono pesado, y cuando volteó a verlo, se dio cuenta que el joven que tenia enfrente, a pesar de parecerse mucho a Archie, no era él. Pero si era un joven muy guapo, de cabello rubio, y tez blanca, no podía ver el color de sus ojos, pero no importaba, lo que miraba le pareció una visión celestial. Se quedó como muda por un momento, pero reaccionó rápido. Y siguió caminando.

 
-¿Te acompaño a tu auto?- Le preguntó el misterioso joven
-No gracias, estoy bien- le contestó ella, un poco nerviosa
-¿Estas segura? Es que como casi te caes- le dijo él con una sonrisa.
 
Alejandra se sonrojó. Pero no le contestó nada.
 
-Siento mucho haberte asustado- explico él
-Se me hizo tarde, y tomé este camino, te vi, pero no quise asustarte, por eso camine mas despacio, pero cuando me di cuenta que me habías visto, empecé a caminar mas rápido para que supieras que no tenias porque temer- continuó explicándole.
 
Alejandra siguió caminando, y lo ignoró completamente. Llegó a su carro, y entró sin siquiera despedirse del extraño chico. Ni siquiera pudo preguntarle si es que también trabajaba en la joyería con Archie y Stear. Pero se fue.
 
Al siguiente día, Alejandra llegó a su trabajo como de costumbre, solo que esta vez sus ojos buscaban al chico misterioso dentro de la joyería, pero sólo observo a los graciosos de Stear y Archie que como siempre le hacían muecas desde lejos. Alejandra los saludó con la mano de lejos y entró a su tienda. Todo iba como de costumbre, saludaba a los clientes, supervisaba las cajas registradoras, fue al banco. Pero por alguna razón no podía sacarse de la cabeza al chico de la noche anterior.
 
De pronto vio a Stear dirigirse a la tienda.
 
-Hola Ale- le dijo -¿nos puedes prestar la escalera otra vez?- Preguntó
-Claro, Stear- le contestó ella.
-Pero ¿para que la quieren, un especial nuevo?- Preguntó
-Si algo así- contestó Stear. -Pronto te la devolvemos-
-Ya sabes donde esta- contestó Ale, y vio al chico dirigirse a la parte de atrás de la tienda. Tenia ganas de preguntarle si el chico de ayer era su pariente. Tenia que serlo, se parecía tanto. Pero no lo hizo.
-Ya vuelvo- gritó Stear haciendo esfuerzos para cargar la gran escalera en sus hombros. Al buen rato, vio a Archie cargando la escalera de regreso.
-Aquí esta tu escalera Ale- le dijo el chico con una gran sonrisa
-Ya sabes donde es su lugar... - le respondió Alejandra algo irónica
 
Un rato después, Alejandra se encontraba distraída doblando unas camisetas nuevas y de reojo miró la joyería. Inmediatamente notó a alguien diferente... ¿Pero, que eran lo que sus ojos veían?  Al frente del mostrador de la tienda, estaba su adonis, su chico misterioso. Ale se quedó sin aliento. El joven se veía muy guapo. Se miraba algo ocupado con unos clientes. Alejandra no podía ocultar la gran sonrisa que llevaba de oreja a oreja desde que lo vio.
 
-Entonces si trabaja allí- se dijo
-Entonces si es pariente de los chicos- pensó en voz alta
-¿Otra vez hablando sola?- Le preguntó Heather. Pero Alejandra solo se río y siguió doblando la montaña de camisetas nuevas que tenia enfrente. Lo bueno es que ahora tenia una vista maravillosa. Pensó.
 
El chico misterioso la saludó de lejos, ella le contestó el saludo con una sonrisa que no podía fingir. Pero de inmediato se puso seria para que no se notara su embelese.
 
Por fin había llegado la hora de irse a casa. Ese día Alejandra no cerraría la tienda. Así que se podía ir a casa a las 5pm. Se vio en el espejo antes de salir. Y sin pensarlo dos veces se dirigió a la joyería. Era curioso. A pesar de casi ser ya amiga de los chicos, jamás había pasado a ver la joyería tan de cerca.
 

 
El chico misterioso estaba precisamente atrás del mostrador, limpiando unas joyas, con un láser o algo así. Cuando la vio acercarse, inmediatamente se dispuso a ayudarla.
-En que la puedo ayudar señorita- le preguntó algo burlón
¡Su sonrisa era divina! Sus ojos brillaban como destellos, eran azul cielo, y su postura y elegancia, eran tan bien definidos. Alejandra se quedó muda otra vez ante tal presencia. Apenas alcanzó a musitar: -lo siento, no vine de compras- y tragando saliva, siguió hablando.
-Solo vine a disculparme por la manera tan grosera que me porte ayer. Normalmente no soy así- le dijo -Solo que me sorprendiste, y si me asusté un poco- El no dejaba de sonreír.
-No te preocupes- le dijo. -Te entiendo, con tantos locos sicópatas en el mundo, es de esperar que reaccionaras así- dijo. ¿OH!¿Su voz, su voz era tan divina! Parecían mil cánticos celestiales. Ella lo miraba fascinada.
-Anthony Brown- le dijo él, mientras le ofrecía la mano. La cual ella tomó, pero no dijo nada.
-¿Y tú eres Alejandra no?- Murmuró él.
-Lo se porque mis primos hablan mucho de ti- le dijo entre risas. En ese momento, sus primos entraron. Arruinando el momento.
Ale soltó la mano de Anthony inmediatamente. Y todos juntos rieron al mismo tiempo.
-¿Ya te vas a tu casa?- Preguntó Stear.
-Si, hoy salgo temprano- contestó Alejandra.
-¡Nosotros también!- Dijo Archie casi a gritos.
-Ssshhhh- le dijeron todos a un tiempo.
-¿Tienes planes?- preguntó Archie
-Es viernes sociaaaaal- dijo haciendo énfasis en la ultima a y sin dejar de sonreír.
-No, no tengo planes- dijo Ale
-Solo un libro que me espera, y cena caliente, salida directamente del micro ondas- dijo muy complacida.
-¿Noooooooo!- Le volvió a gritar Archie
-¿Salgamos todos juntos! Me han dicho de un lugar muy divertido cerca del parque de béisbol Fenway, que se llama Gillians- dijo
-¿Porque no vamos?- Preguntó
-¿Sí! Vamos- contestó Anthony
-Y quien se quedara en la tienda- preguntó Alejandra algo preocupada
-Pues el tío Albert- dijo Stear, se acercó casi en secreto y dijo
-Esta entrenando a Neil-
-Y ¿quien es Neil?- preguntó Ale con sospecha
-Es otro de nuestros primos- respondía Archie
-Wow, ustedes son muchos- comentó entre risas Ale
-Bueno, no se diga más, vamos- agregó Anthony y todos juntos salieron del lugar. Anthony y Alejandra se adelantaron mientras Stear y Archie se despedían de su tío.
-Me voy contigo- le dijo Anthony a Ale
-Ellos nos pueden seguir.-
-Claro- contestó Alejandra, mientras recordaba como lo primero que le dijo su amiga era lo primero que estaba haciendo, pero bueno, al fin y al cabo ya no eran tan extraños, se dijo como para tranquilizarse a sí misma.
 

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