Por Valky Isa
Pista 6. Lights and music *** Luces y música.
Así fue como los Scotland Yard Boys se vieron recluidos en una
cabaña cerca de un lago, en lugar desconocido, lejos de las
luces y la música. Lejos del bullicio del medio del
espectáculo…Así que los periodistas y fans se preguntaban donde
podrían estar. Una serie de rumores de desataron. En las
portadas de revistas, redes sociales y periódicos amarillistas
aparecían los siguientes encabezados:
“¡SYB desaparecidos!” “Anthony murió de Influenza” “¡Un OVNI se
los llevó!” “Archie sale del closet y del grupo” “¿Se les acabó
la voz y los sueños dorados?” “Planean sustituir a Anthony con
un doble” “Terry y Neal pelean a muerte” “Stear se lanzará de
solista” y cosas por el estilo.
Isa hizo lo posible por evitar que los chicos leyeran esas
publicaciones, con la ayuda de Ale, Lau y Orly logró que los
chicos se recuperaran pronto, ya se les podía ver pasear a
orillas del lago o remando. Esos días de descanso les sentaron
de maravilla, era como estar de vacaciones…
–¡Archie, Anthony! ¡Levántense!—gritó Stear alegremente,
quitándoles las cobijas y abriendo las ventanas.
–¿Eh, qué? –dijo Anthony despertando al sentir la luz del sol en
el rostro.
–¿Mmm?–-apenas se escuchó la voz de Archie quién dormía con un
antifaz de esos que tienen gel para evitar arrugas y ojeras.
–¡Arriba! Miren que bello amanecer, le dije a Isa que si
podíamos ir hoy al lago en un picnic, así que ya estamos listos,
sólo faltan ustedes—
–Ok—dijo Anthony levantándose y dirigiéndose al baño.
Archie ya volvía a roncar…
–Mira este y luego dice que el que ronca soy yo… ¡Archie, ya
levántate!—insistió Stear moviéndolo.
–¡Déjame dormir!—protestó Archie enredándose en las sabanas.
–Mm, creo que no deberías dormir tanto, algunas investigaciones
señalan que dormir hasta tarde provoca bolsas en los ojos e
hincha la cara.
Archie se levantó como impulsado por un resorte, se quitó el
antifaz y tomó su bata de baño…
–¡Anthony, ya sal, que se nos hace tarde!—dijo tocando la puerta
del baño.
Quince o veinte minutos después ya estaban todos listos para el
día de campo, así que todos se dirigieron hacia el lago. Todo
era algarabía y felicidad.
Llegaron junto al lago y se instalaron bajo la sombra de varios
frondosos árboles…Las chicas pusieron los manteles y todos
ayudaron a acomodar las cosas de las canastas que llevaban. Se
sentaron en círculo dispuestos a disfrutar de un rico almuerzo:
Sándwiches, fruta y jugo de naranja. Luego, Isa, Orly, Ale y Lau
se sentaron a revisar planes para el regreso de los chicos a la
gira. Mientras, Terry tocaba la guitarra, Stear leía un libro,
Neal seguía comiendo algo de fruta recargado en un árbol y
Anthony junto con Archie optaron por dar un paseo por la orilla
del lago antes que el sol calentara más. Al llegar cerca de unos
arbustos, escucharon un ruido.
–¿Escuchaste, Anthony?—dijo Archie en voz baja.
–Shh! Debe ser un conejo—susurró el rubio haciéndole una seña
para que se acercaran a dónde provenía el ruido.
De pronto de atrás del arbusto más próximo salió un hombre que
armado con una cámara fotográfica ya los cegaba con los flashes.
Apenas salió de su escondite y empezó a acosarlos con preguntas.
Los chicos dieron un salto atrás pues buscaban atrapar un conejo
y vaya sorpresa que se llevaron.
–Anthony, ¿por qué se esconden?—preguntaba el hombre
siguiéndolos de cerca.
–¿Van a renunciar todos los SYB?—continuaba aunque no obtuviera
respuesta.
–¿Es cierto que Neal y Terry pelean por Archie?—preguntó con
malicia.
Archie se detuvo…
–¿Qué? ¿Cómo que por mí?
–¡Oh, ya sabe!...que los dos quieren ser su pareja—continuó el
tipejo de sonrisa retorcida.
Archie estaba por decirle unas cuantas palabrotas al paparazzi
cuando Anthony lo jaló del brazo para que siguieran caminando.
–Ah, ¿entonces usted es el elegido?—dijo adelantándose y
poniéndose enfrente de Anthony. Mientras seguía tomando fotos.
Anthony sin decir nada y al ver que el hombre no los dejaría en
paz, le arrebató la cámara y la lanzó al lago.
–¡Ah, mi cámara! ¡Esto irá a los tribunales!
–Yo más bien creo que ya está en el fondo del lago—declaró Terry
con su típico humor británico.
Debido al escándalo ya habían llegado hasta ahí todos los SYB,
la manager y colaboradores. No podían creer que los hubieran
encontrado. Que los reporteros llegaran a tanto.
–¡Se han ganado una demanda—seguía vociferando el tipo.
–¡Usted es quién se la ha ganado! Esta es propiedad privada.
Retírese inmediatamente—dijo Isa, tratando de conservar la
calma.
Los chicos miraban al paparazzi con ojos amenazantes, así que no
le quedo de otra que irse.
–¡Me las pagaran, esto saldrá mañana en todos los periódicos del
país!—gritó mientras se alejaba.
–No se preocupen, no tiene pruebas—dijo Orly al ver que los
chicos habían quedado algo intranquilos.
–Cierto, es su palabra contra la suya—sentenció Ale.
–¿Y tú cómo sabes tanto?—preguntó Neal al asistente.
–Lo que pasa que Orly antes era actor—declaró Lau.
–¿De verdad?—preguntó Stear sorprendido–¿Y por qué dejaste la
carrera?
–Lo que pasa es que…–titubeo Orly.
–Sabía que algo así podía pasar, por eso ya tenemos todo
planeado, así que no se preocupen—interrumpió Isa
–Así es, ya es hora de volver al ojo público muchachos —comentó
Lau
–Oh, ya me había acostumbrado a tanta tranquilidad—dijo Anthony.
–Bueno, al menos hasta hoy estuvimos tranquilos—comentó Archie.
–Sí… ¿Qué piensas hacer, Isa? Preguntó Terry.
–Pues verán, ya tienen su Club Oficial de fans y la presidenta
del mismo, Perla, ha solicitado una convivencia con el grupo. Lo
cual ha sido aprobado por la compañía.
–Ah, entonces ¿Cómo va a ser y dónde?—preguntó Neal emocionado
al saber que pronto estaría rodeado de bellas chicas.
–Aquí mismo, en la casa del lago—contestó Ale.
–Les pido atiendan a sus fans como es debido, ellas son las que
los mantienen en los primeros lugares, las que compran sus
discos—recomendó Isa.
–Claro, así lo haremos—asintió Anthony.
Así que al día siguiente llegaron a la casa, algunas fans y
periodistas que cubrían la nota. Los SYB las recibieron
cálidamente entregándoles una rosa a cada una de ellas. Las
fans, especialmente la presidenta del club oficial de los SYB
estaban encantadas.
–Anthony, eres tal como te imaginaba, tan amable y dulce—dijo
Perla embelesada.
–Todos son un encanto, no como los pintan en los diarios—afirmó
una chica llamada Phoenix.
–Cierto, quién les crea sus mentiras es muy tonto realmente. —
comentó otra que respondía al nombre de Weiss.
–Gracias chicas por su apoyo pero sobre todo por su cariño—dijo
Archie con una gran sonrisa.
Luego de un buen rato de plática, fotos, abrazos y autógrafos,
todos pasaron a la mesa y comieron un gran banquete
especialmente preparado para la ocasión. Las fans veían vuelto
realidad un anhelado sueño: conocer y convivir con esos
muchachos que les habían robado el corazón, realmente era un
sueño dorado estar ahí con los SYB.
Ya al anochecer las fans se despidieron, no sin antes
entregarles un montón de cartas y regalitos que les habían
mandado las demás chicas del club que no habían podido estar
presentes, detalles como: chocolates, peluches y dibujos.
Los reporteros quedaron un momento más a petición de Isa y se
realizó una pequeña conferencia.
–Gracias por su presencia, como ven, todos los rumores son
falsos y los Scotland Yard Boys estamos listos para regresar a
los escenarios. —Anunció Anthony como líder de la agrupación—
Así que una semana después hacían su regreso triunfal a los
escenarios. Se acababa de lanzar su sexto sencillo “Lights &
Music” un tema rítmico que subió como la espuma hasta el primer
lugar de las listas de popularidad. En los conciertos todas y
cada una de sus canciones eran coreadas, las fans los seguían
cada vez más a donde quiera que fueran.
El Sr, Signazor al ver el éxito, los perdonó, levantándoles el
castigo, así que en distancias largas ya podían viajar en avión,
como al inicio de la gira.
El escándalo desatado por aquel paparazzi no prosperó ya que los
chicos ya no habían dado motivo de queja, mostrando una actitud
intachable dentro y fuera de los escenarios.
Así que su vida volvía al ajetreo. Entrevistas y sesiones de
fotos por la mañana, preparación de baile y canto por la tarde y
concierto por la noche.
A donde quiera que iban ya eran reconocidos, así que empezaban a
pasar mucho tiempo encerrados en los hoteles pues en una ocasión
Stear y Archie habían sido perseguidos y casi los dejan sin ropa
al salir a pasear un rato para conocer el lugar. Ese día
llegaron al sound check como “Hulk” después del enojo.
–¡Les he dicho que ya nada es igual! Deben tener cuidado, no
pueden andar así como si nada—los regaño Isa.
–Miren nada más, hasta los rasguñaron—dijo Ale preocupada.
–Desde ahora no saldrán a menos que sean discretos o lleven con
ustedes alguien de la seguridad que nos proporcionan en cada
sede.
–Sí, Isa, ya entendimos—comentó Stear adolorido, mientras que
Archie se miraba en el espejo los rasguños que tenía en una
mejilla.
Luego del maquillaje quedaron como nuevos y listos para el show.
Uno de esos días después del concierto Anthony se encontraba muy
pensativo y hasta triste se podría decir.
–¿Todo bien?—le preguntó Lau al verlo tan cabizbajo.
–Sí Lau, no te preocupes sólo es cansancio—dijo él con una débil
sonrisa.
–En ese caso a su camerino, rápido, que te enfrías y le hace
daño a tus cuerdas vocales—lo apuró Lau.
Anthony entró al camerino que compartía con los demás
integrantes del grupo, al entrar todos comentaban emocionados
todo el éxito que estaban teniendo, como los proseguían las
mujeres, se habían convertido en los galanes más cotizados de la
farándula. Anthony al escuchar todo eso solo podía pensar en una
chica.
“Candy, ¿por qué no volteas a verme? Todo esto es por ti”
–¡Anthony, apúrate! Vamos a ir a cenar todos juntos—le gritó
Stear al salir.
–¡Ya voy!—respondió Anthony desde el vestidor.
La puerta se cerrò y con Anthony sòlo quedo el silencio...
–Tal vez deba dejar el pasado atrás –se dijo a sí mismo ante el
espejo.
Al otro día tuvieron una entrevista en televisión, luego de su
número musical Isa entró en escena para hacer un anuncio.
–Boys, les tengo una sorpresa, me complace informarles que su
disco “Golden Slumbers” ya es disco de oro por altas ventas.—les
dijo con gran emoción.
Ale y Lau entraron con el disco de oro enmarcado, el cual
entregaron a los chicos.
–Gracias, tengo que decir que esto no sería posible sin la ayuda
de nuestra manager Isa, nuestras maestras Ale y Lau. Gracias
también a nuestra compañía disquera pero sobre todos a todas y
todos nuestros fans—comentó Anthony muy contento.
Otro “sueño dorado” se hacía realidad en la carrera de la
agrupación. Los cinco chicos se juntaron en torno al cuadro y
levantándolo con una mano cada uno lanzaron su grito de guerra.
–SYB, SYB ARE HERE!!!...¡GRACIAS!
En su vida profesional tenían todo lo que un artista desearía:
éxito, fama y reconocimientos…Pero, ¿y su vida personal? Serían
capaces de cumplir esos otros sueños dorados. Sólo el tiempo lo
diría.
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