Por Valky Ale
Pista 5. Road Trippin’ *** Viaje por carretera.
El primer concierto había resultado un éxito, los ejecutivos
estaban muy contentos, ya que gracias a esto las noticias de los
escándalos en la fiesta se habían callado finalmente. No
obstante, el Sr. Signazor seguía molesto con ellos por lo que
había reducido el presupuesto para la gira. Así que en ese
momento viajaban hacía su siguiente destino en un camión.
–Podrían habernos puesto uno de lujo al menos –comentaba Neal de
mala gana –esto es una pocilga.
–Eso debieron pensar antes de hacer enojar a los ejecutivos
–señaló Isa quien revisaba el itinerario junto a Ale y a Lau.
–Estoy cansado, tenemos más de 8 horas en este camión, ¿es que
vamos hasta la Patagonia? –preguntó Anthony.
–Al ser un camión tiene límite de velocidad –aclaró Stear con
aire grandilocuente.
–Podrían dejar de quejarse y dejarme dormir un poco –dijo Archie
desde su asiento.
–¿Más? –preguntó Terry con un dejo de sarcasmo –Has dormido
desde que salimos.
–Oye si esta cara no es de a gratis, mis horas de sueño de
belleza son esenciales.
–Ya estamos llegando –les interrumpió Isa.
Los muchachos se asomaron por la ventana al llegar frente al
hotel, ninguno de ellos parecía contento.
–Se supone que nos vamos a quedar allí –preguntó Anthony alzando
una ceja.
–Sé que no es el Four Seasons –observó Isa –pero recuerden, unos
cuantos más conciertos exitosos y podremos hacer cambiar de
opinión al Sr. Signazor. Así que les recomiendo que en vez de
quejarse den lo mejor de ustedes.
–¡Estúpida fiesta! –exclamó Neal –una sola vez que nos pusimos a
festejar y castigados de por vida.
–Mata un perro y te llaman mataperros –agregó Archie con
resignación.
Los muchachos y el staff bajaron del camión y subieron a sus
respectivas habitaciones.
–Para la próxima vez no traeré tanta ropa –se quejó Terry que
prácticamente arrastraba su maleta escalera arriba –¿es que
tampoco podían pedir a un botones?
–Los necesitaron para los instrumentos –dijo jadeando Anthony
–la cosa es que también nos dieron habitaciones en el último
piso. Creo mejor que debimos haber tomado el elevador.
–Y esos ¿Por qué no entran a su habitación? –preguntó Terry.
Anthony miró al fondo del pasillo y vio a Stear, Archie y Neal
que discutían.
–¿Qué sucede? ¿Por qué no entran? –quiso saber Anthony.
–Sólo nos asignaron dos habitaciones. –espetó Neal
–Se supone que estamos en los primeros lugares de popularidad,
tenemos dos canciones en los rankings ¿Por qué no podemos tener
una habitación cada quién?
–Archie, nosotros tuvimos la culpa –señaló Stear –así que no
podemos quejarnos.
–¿Eso significa que vamos a compartir habitaciones? –inquirió
Terry.
–Sí, hay una habitación doble y una triple. –apuntó Stear.
–Así o más miserables –gruñó Neal.
–Bueno, entonces ¿cómo vamos a compartir? –preguntó Archie.
–Al azar –dijo Anthony –el que gané se queda en la habitación
doble y él escogerá con quiere compartirla.
–Me parece bien –dijo Terry aunque no parecía muy convencido.
Stear sacó un papel, hizo una marca en un trozo y cortó cuatro
pedazos más.
–Bien cada quien saqué uno –dijo él.
Tomaron un pedazo cada uno y al abrirlo vieron que el pedazo de
la marca estaba en la mano de Archie.
–Muy bien hermano vámonos acomodando –dijo muy emocionado Stear.
–Este… –titubeó Archie –yo compartiré la habitación con Anthony.
–¿Perdón? –preguntó el chico de lentes frunciendo el entrecejo
–¿es decir que escogiste a Anthony sobre tu propio hermano?
–Es que roncas mucho y no me dejas dormir –dijo Archie.
–Por mí no hay problema –se apresuró a decir Anthony –puedes
quedarte en el cuarto.
–¿Entonces qué sentido tienen las reglas? –mencionó Archie un
poco enojado –lo siento pero ya tomé mi decisión.
Archie entró a la habitación doble, Anthony se encogió de
hombros y lo siguió, los otros tres muchachos entraron a la
habitación triple. El cuarto de hotel era muy amplio y tenía
tres camas a lo largo.
–Está es la mía –dijo Neal arrojándose sobre la cama más cercana
a la ventana.
–Entonces esta es la mía –dijo Terry aventando su maleta sobre
la cama más retirada de la de Neal.
–No puedo creerlo, y eso que entré a este estúpido grupo por él
– mascullaba Stear.
–Ni que fuera tan bueno estar en la otra habitación, si fuera
una habitación para el solo todavía diría algo, pero de todas
maneras la va a compartir –añadió Terry.
–Pero al menos allá no se escucha tu desagradable voz… –dijo
Neal.
–Pues si no me quieres escuchar siempre está el pasillo –comentó
Terry con un dejo de malicia.
Neal iba a contestar algo pero sonó el teléfono de la
habitación.
–Cuarto de los despreciados –contestó Stear –sí, ajá… ok nos
vemos en media hora.
Stear colgó el teléfono.
–¿Quién era? –preguntó Terry.
–Isa, nos dice que tenemos que estar en el lobby en media hora.
–Pero acabamos de llegar –apuntó Neal.
–Sí, bueno es lo que me dijo
–Pues entonces quedamos en hacer las cosas diligentemente,
pensemos que si esto es un éxito en el próximo hotel tendremos
una habitación para cada quien. –señaló Terry.
En media hora estaban listos en el camión que los llevaría al
foro donde se llevaría a cabo el concierto, afuera no se veía
mucha gente. Y los muchachos se preocuparon.
–Casi no hay gente –dijo Ale al ver la poca fila.
–Aún es temprano –mencionó Isa –chicos no se preocupen por
favor, aún faltan tres horas para que empiece el concierto.
Los muchachos bajaron del camión y tuvieron que ponerse a
ensayar y a hacer las pruebas de sonido, el staff trabajó
durante más de una hora para dejar todo listo. Entonces la
prueba del vestuario continuó.
–Van a hacer seis cambios de vestuario –avisó Ale
–¿Por qué tantos? –preguntó enojado Anthony.
–Es la disposición de la disquera, quiere que el espectáculo sea
mucho mejor que el inicial, de hecho ya hay personas montando el
escenario en la siguiente ciudad –les informó Isa.
–¿Ya? –inquirió Terry –pero si ni siquiera hemos dado este
concierto
–Tenemos que abarcar la mayor cantidad de ciudades en el menor
tiempo posible y no va a ser posible si nos detenemos más de un
día en cada lugar. –aseveró Lau –así que pruébense la ropa y
vean si les queda bien.
Sin muchas ganas continuaron con las pruebas de vestuario, de
allí pasaron al maquillaje y el peinado para cuando todos
estuvieron listos el concierto estaba a punto de empezar.
–Está prácticamente lleno –Isa reía de emoción
El concierto comenzó con el mismo video que en el primero que
había ofrecido, y le siguieron las canciones como las tenían
preparadas pero con algunos problemas por los cambios extra de
vestuario. Sin embargo el público terminó gritando “otra, otra”
al finalizar las canciones por lo que tuvieron que regresar al
escenario, concluyeron el concierto y salieron por la puerta del
staff todos lucían sumamente cansados subieron al autobús y se
dirigieron al hotel.
En el camino Isa les iba explicando el itinerario del día
siguiente
–Mañana se van a levantar temprano, tenemos que salir a las 7 de
la mañana.
–¿Siete de la mañana? – inquirió muy exaltado Archie – pero sin
son casi las dos de la mañana.
–Lo siento Archie –dijo Isa –es necesario, si no salimos a las 7
no vamos a alcanzar a llegar al programa de radio donde tendrán
una entrevista.
–Al menos va a ser en el radio y no notaran las ojeras –señaló
Archie.
–Sí, pero después tendrán una presentación en la televisión
local – agregó Ale –eso antes de irnos a ensayar para el
concierto.
–No vamos a descansar algo –mencionó Anthony.
–Pues la verdad…
–No, no vamos a hacerlo –gruñó Neal –en serio al menos nos van a
dar hospedaje en un buen hotel.
–Si realmente tienes que preguntar eres más estúpido de lo que
pareces –dijo Terry con sarcasmo
–Bueno ya llegamos al hotel, les sugiero que descansen lo más
que puedan – apuntó Lau antes de bajar del camión.
Los muchachos regresaron a sus habitaciones, estaban tan
cansados que se olvidaron de lo molestos que estaban porque
habían tenido que compartirlas.
A la mañana siguiente los despertaron muy temprano y apenas les
alcanzó el tiempo para tomar algo de desayuno antes de trepar al
autobús. Anthony se veía fatigado, sentía que tenía que dormir
un poco, y pues lo intento en el autobús pero no era muy cómodo
después de hacerlo durante una hora, había despertado con un
horrible dolor de cuello.
Los conciertos continuaron durante 20 días. Para entonces el
grupo lucía su peor aspecto, habían comenzado a utilizar lentes
de sol incluso durante las entrevistas para tapar la fatiga que
venían arrastrando desde que habían iniciado la gira. Y aunque
ya les había tocado quedarse en habitaciones separadas en una de
las ciudades, ni siquiera habían podido disfrutarlas porque sólo
habían podido dormir cuatro horas esa noche. En el camión habían
improvisado unas camas pero el lugar era incómodo para poder
descansar.
Isa y el resto del staff se sentían igual de cansados, sin
embargo todos los días les seguían llegando nuevos itinerarios
que el grupo que iba en ascenso tenía que cumplir.
–Creo que la disquera les está programando más de lo que pueden
– comentaba Ale, quien ni con mucho maquillaje había podido
disimular sus ojeras – es lamentable que esto pase.
–Sí, yo también estoy fatigada, los ensayos son agotadores y las
horas de sueño pocas, los muchachos se están forzando las
gargantas –se quejó Lau –y no sólo ellos yo también.
–Ya hablé con el Sr. Signazor pero él persiste en su idea de
continuar el tour sin descansos… y créanme estar negociando con
tantos reporteros y tantos medios de comunicación tampoco es
nada sencillo.
Anthony las escuchaba desde su asiento. A pesar de que habían
colocado cortinas oscuras en las ventanas, para él seguía siendo
demasiado claro para poder conciliar el sueño. Y era aún peor,
en las noches estaba tan cansado que no podía dormir, sentía que
su cuerpo le dolía, la garganta la sentía inflamada desde hacía
dos días, su cabeza estaba a punto de estallar y se sentía algo
afiebrado.
Esa tarde cuando llegaron al hotel Anthony ni siquiera rechisto
cuando le tocó compartir habitación con Terry, cuando su cuerpo
había tocado la cama se había quedado dormido. No había
escuchado cuando Isa les había dado el llamado para que
estuvieran listos, cuando Terry lo había tratado de despertar
había notado que su frente ardía.
–Está muy enfermo –decía Isa por el teléfono –vamos a tener que
suspender el concierto de hoy y los siguientes también. No, no
podemos hacerlo sin él.
–También Neal se siente mal – informó Lau –apenas y puede
hablar.
–Ya llamé al doctor, para que los revise a todos –agregó Ale
El doctor después de revisar dio el aviso, Anthony presentaba
síntomas de Influenza, y los demás chicos también, les daba 10
días de incapacidad. Isa y Ale se miraron, no sabían si iban a
poder soportar tanto tiempo en medio de la gira.
–Supongo que lo mejor sería irnos a las cabañas del lago para
descansar –dijo Ale
–Creo que tienes razón, aunque creo que eso de hacerle de
enfermeras no es lo mío.
–No tenemos opción.
–No, creo que no –mencionó Isa esperando que esto no afectará de
más la gira, pero más aun esperando que los muchachos se
recuperaran del todo, después de todo. No podría haber gira sin
ellos.
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