SYB 03

      

Por Valky Ale

 

Pista 3: Dynamite *** Dinamita

 

Los SY boys se habían convertido en una realidad, y apenas 15 días después de haber terminado de grabar el disco estaban los muchachos esperando en una sala en el backstage de uno de los más importantes programas de televisión donde harían su primera presentación como grupo. Archie se miraba al espejo por enésima vez, Stear paseaba nerviosamente de un lado para otro, Anthony parecía recordar cada uno de los consejos que se les habían dado, Neal miraba con desagrado el traje que traía, mientras que Terry estaba arrellanado en uno de los sillones sin mostrar una gota de preocupación.

 

–¿Podrías dejar de moverte de un lado para otro? –espetó Terry después de que Stear diera la décima vuelta por la pequeña sala –, me vas a marear.

–Lo siento, pero creo que esto es una locura, fui un tonto y pensé que podía, pero voy a parecer un chango organillero, no, no quiero salir…

–¡Cálmate! – le dijo Anthony a Stear –siéntate y respira hondo. Vas a estar muy bien, hemos ensayado un millón de veces, todo va a estar perfecto.

–Pues habla por ti –Neal alzó la voz –porque este traje parece que lo sacaron de un basurero. Es horrible, no sé quién les dijo que en esta tela de tan mala calidad nos íbamos a ver bien.

–Es tela de primera calidad –le interrumpió Archie –, que en tu ignorancia desconozcas que esta es la mejor tela no quiere decir que lo sea.

–Pues no me veo bien con ella.

–Pues tú no te ves bien con nada –señaló Terry con un dejo de malicia –, es que nunca has escuchado que “la mona aunque se vista de seda, mona se queda”.

–¿Me estás diciendo mona? – inquirió muy enojado Neal.

–Si te quedo el saco –mencionó Terry sin dejar de sonreír.

–¡Estás muerto Grandchester! –espetó amenazante.

 

Neal saltó desde donde estaba hasta el sillón donde descansaba Terry, el chico de cabellos largos alcanzó a escabullirse y solo se escuchó un crack, en ese momento Isa entró a la pequeña sala.

 

–¿Es que no puedo dejarlos solos ni diez minutos porque comienzan una lucha campal? –preguntó muy enojada al ver que el traje que traía Neal se había roto de la espalda –¿Qué parte de esperen sentados no entendieron?

–Él empezó –comentó acaloradamente Neal apuntando a la cara de Terry.

–Sí, y tú le seguiste, en serio pensé que estaba tratando con profesionales no con niños de kínder. –observó Isa. –Ahora van a tener que cambiarse todos, y dense prisa que salen en 10 minutos a escena. Primero va a ser la entrevista que durará 15 minutos y después cantarán.

–¿En vivo? –preguntó asustado Stear.

–Sí, claro que en vivo –dijo Isa como quien dice que dos y dos son cuatro –¿es que acaso pensaban hacer playback?

–Yo sólo…

–No, pues mucho trabajo nos ha costado que la disquera admita a una boyband y no les vamos a dar gusto diciendo que son artistas de plástico, de haber sido así no les habríamos exigido tanto en los entrenamientos de baile y de canto.

–Estoy de acuerdo contigo Isa –agregó Anthony –, ya todos dejen de pelear y pues a cambiarnos todos. Rápido.

–Espero que se comporten, pero como sea voy a estar al otro lado de la puerta si escuchó el menor conato de pelea entraré y no me va a importar que estén en paños menores.

 

Los muchachos asintieron arregañadientes y después se dispusieron a cambiarse de ropa, mientras que Isa esperaba fuera recargada en la puerta pensando en que ella solita se había metido en camisa de once varas. A los pocos minutos todos salieron de la salita y se dirigieron al estudio.

 

Era un programa en vivo, y habían aprovechado que estaban en una pausa para comerciales para entrar todos a una sala estilo minimalista que adornaba un lado del set. Allí se sentaron todos e Isa se aseguró de colocar a los extremos a Terry y a Neal, esperando que frente a las cámaras supieran comportarse. Les acomodaron unos pequeños micrófonos y les dieron un último toque de maquillaje antes de que el director diera el anuncio de “estamos al aire”.

 

–Y pues es un placer el día de hoy traerles una primicia, el debut de este grupo, y sé que más de una de las chicas en la audiencia estarán envidiándome –dijo la presentadora del programa con una sonrisa lo más falsa que podía mantener –, con ustedes los “Scotland Yard Boys”.

 

Un grupo de muchachas gritaron desaforadamente mientras que el resto del público se había limitado a aplaudir por cortesía. Desde bambalinas, Ale e Isa observaban con cuidado.

 

–¿Son esas las muchachas que contrato la empresa? –preguntó Ale

–Sí, respondió Isa. –en su cara estaba pintada la más profunda preocupación –esperemos no tener que contratar a muchachas para cada presentación que hagan.

–Nadie los conoce aún, pero espera y verás, el grupo será maravilloso –dijo Ale tratando de sonreír.

 

Anthony volteó un segundo a ver al grupo de muchachas, le parecía raro que el grupo que ese día estaba haciendo su debut tuviera ya admiradoras.

 

–Así que cuéntenme –dijo la presentadora aun manteniendo su falsa sonrisa –¿de quién fue la idea de juntar el grupo?

–¡Buenas noches! –se apresuró a saludar Anthony, en cuanto había abierto la boca el grupo de muchachas de la audiencia había gritado –, la idea inició como una propuesta de parte de mi manager, pero quien en realidad nos juntó a los cinco fue Archie.

 

Las muchachas volvieron a gritar. Y Anthony trató de mantener una sonrisa en el rostro aunque eso no dejaba de parecerle extraño.

 

–¿Archie? –la presentadora se dirigió a Stear.

–Hola –dijo con la voz un poco quebrada Stear denotando el nerviosismo que sentía –yo soy Stear y tocó la guitarra.

–Yo soy Archie –le interrumpió su hermano tratando de salvar al chico que parecía que iba a ponerse a temblar en ese momento –sí, tal como les cuenta Anthony, me pareció una buena idea juntarnos, ya nos conocíamos todos por haber trabajado en CC, y pues cuando se presentó la oportunidad de formar el grupo no podíamos desaprovecharla.

–Durante las grabaciones de CC, nos habían llegado rumores de que no se llevaban bien entre ustedes ¿es eso cierto? –preguntó la presentadora.

–Nada más lejano a la realidad –añadió Terry, en ese momento un grupo de auténticas fans lanzaron un grito de “Terry te amo”, él sonrió y les mandó un guiño –. La verdad es que siempre solíamos salir a comer y a tomar algo después de las grabaciones y pues estos chicos y yo somos como hermanos ¿sabes?

 

Anthony trató de no alzar las cejas aunque no lo consiguió del todo, era evidente el manejo de la actuación que tenía Terry, mentía descaradamente sin ni siquiera inmutarse.

 

–A la gente le gustan los escándalos y por eso inventan esos rumores, pero nos llevamos de maravilla –continuó el muchacho.

–¿Y qué hay de su vida amorosa? –La presentadora llegó a la pregunta más esperada.

 

Las chicas del público lanzaron un grito de emoción,

 

–Pues yo estoy solterito y sin compromiso –se apresuró a contestar Neal, quien sentía que lo estaban dejando de lado y no iba a permitir que le robaran la atención.

–De hecho todos lo estamos –le interrumpió Anthony –, tal como dice Neal, en este momento estamos enfocados en el disco y en la inminente gira que vamos a realizar, y pues no tenemos mucho tiempo para romances, pero con el tiempo pues…

–Yo estoy dispuesto a salir con una fan –mencionó Archie.

 

Isa que escuchaba tras bambalinas se llevó una mano a la cabeza.

 

–¡Ay no! –gimió –en serio que le voy a dar un puntapié cuando lo tenga cerca.

 

En el público al contrario de lo que había dicho Isa, las muchachas reían y gritaban de emoción.

 

–Supongo que eso les ha encantado a las chicas que nos ven el día de hoy –señaló la presentadora –, pero pues ahora nos deleitaran con una presentación especial, por primera vez tendremos aquí a los “SYB”, después de una pequeña pausa comercial.

 

El director grito “3 minutos”, la presentadora, quitó la sonrisa y comenzó a hacer ejercicios con la quijada, Anthony la comprendía, sólo en 15 minutos su cara le dolía por haber tenido que mantener la sonrisa constante en el rostro, sin embargo no tuvo mucho tiempo para pensar en eso, les quitaron los micrófonos y les colocaron otros en forma de diadema y los movieron hacía una pequeña plataforma donde lucían los instrumentos relucientes, la canción que tocarían sería “Dynamite” y sabía que empezarían tocando y después dejarían a los músicos profesionales que ya eran parte de su staff para que continuaran y ellos comenzarían a bailar. Respiró profundamente y después giró su cabeza para ver a los demás quienes le devolvieron una sonrisa nerviosa. “Al aire en tres segundos” gritó el director.

 

El momento había llegado, a la seña de Anthony los primeros acordes en la guitarra de Stear dieron la pauta para que Neal comenzara a sonar la batería y todos comenzaran a cantar… al minuto como se había ensayado los músicos tomaron su lugar y todos comenzaron a bailar. Las cámaras cambiaban imágenes de uno en uno y luego de todo el grupo bailando. Los minutos que duró la presentación pasaron con inusitada rapidez y después todos regresaron a la sala donde Isa y Ale les esperaban.

 

–Estuvo genial ¿no? –dijo Archie quien al pasar junto a Isa recibió un zape –¡Ey! Eso me dolió.

–¿Dispuesto a salir con una fan? –preguntó Isa muy molesta –¿es que te has vuelto loco? No puedes decir ese tipo de cosas en una entrevista a nivel nacional.

–¿Y quién fue el que no paraba de respirar en el micrófono como si se le estuviera saliendo el pulmón? –inquirió Ale con las manos apostadas a cada lado de su cintura.

–Ahh ese fue Neal –dijo Terry sin dudar un segundo.

–No es cierto –espetó el muchacho –yo no estaba respirando así, debe haber sido el torpe de Stear.

–Pues no importa, a partir de mañana sube su entrenamiento físico de dos horas a tres… si no pueden aguantar una canción, ¿Qué les hace pensar que van a poder soportar dos horas de concierto?

 

Las caras de todos fue de molestia.

 

–Gracias Neal –dijo por lo bajo Terry.

 

Neal se abalanzó sobre el muchacho e Isa grito,

 

–¡Basta! Y mantengan la compostura que vamos a la fiesta de la disquera para promocionar el lanzamiento del álbum, así que más les vale comportarse durante la misma, porque no voy a tener tiempo de andar de niñera.

–No te preocupes Isa –dijo Anthony mirando severamente a su primo y a Terry –de eso me encargo yo.

 

Salieron del estudio donde un par de jovencitas los esperaban para pedirles su autógrafo, y de allí se dirigieron a una de las mansiones del Sr. Signazor donde estaba ya mucha gente. Por lo que Isa y Ale les habían comentado eran gente del medio, reporteros, productores y músicos. Pero también había muchas celebridades así como inversionistas y ejecutivos de la disquera.

 

Isa y Ale se adelantaron y comenzaron su trabajo de relaciones públicas mientras que los muchachos se dispersaron entre la multitud, había mucha comida y mucha bebida, y música muy fuerte de fondo, entre la que intercalaban canciones de ellos de vez en cuando. Anthony tenía mucha hambre no había comido mucho por los nervios del programa, así que se dirigió hasta la mesa donde había aperitivos, cuando iba a tomar uno su mano rozó con la de una chica.

 

–¡Candy! –exclamó sorprendido.

–Hola Anthony –le saludó ella –felicidades.

–¿Cómo? –preguntó el muchacho ya que por la fuerte música apenas podía escucharla.

–¡Felicidades! –gritó –por el disco.

–Ah, gracias –sonrió él nerviosamente –este… ¿vienes sola?

–No– dijo ella –vine con William.

 

Anthony trató de mantener la sonrisa, cuando Candy había dicho William quería decir Albert, o mejor dicho su tío, el hermano de su madre. Giró la cabeza y lo alcanzó ver a lo lejos hablando con unos ejecutivos de la disquera.

 

–Qué bien –le dijo con desgano a Candy –espero que te diviertas.

–Sí, igualmente –le mencionó antes de dar media vuelta.

 

El muchacho sintió un ola de celos recorrer su espina dorsal, miró a un mesero que llevaba varias copas, lo alcanzó y tomó dos, las cuales se empinó sin reparo. Después de esas le siguieron otras más. Y a esas otras más. Tomó tanto que no supo más de sí.

 

A la mañana siguiente había amanecido en una de las habitaciones de la mansión junto a los otros miembros de los SYB quien parecían habían bebido tanto o más que él mismo. La luz del sol que entraba por la ventana le lastimaba los ojos, se levantó, pero sintió que la cabeza le daba vueltas y volvió a acostarse en el sillón. En la cama Terry descansaba con la ropa puesta, en un rincón Neal tenía la cabeza recargada en un puff y el resto de su cuerpo estaba sobre el suelo. En otro de los sillones estaba Archie profundamente dormido, y Stear se había acomodado en el suelo sobre unos almohadones. ¿Cómo habían llegado allí? No recordaba nada de lo que había ocurrido la noche anterior. De pronto la puerta de la habitación se abrió de par en par, Isa, Ale y Lau entraron y no parecían nada contentas.

 

–Buenos….

–Ni te atrevas –espetó Isa –que de buenos no tiene nada.

–Auch dejen de gritar no dejan dormir –dijo Archie a media voz.

–Todos, despierten pero ya –gritó Ale.

 

Detrás de Lau venía Orly con varias tazas de café, las dejó sobre una mesilla y después comenzó a despertar a los que hacían falta.

 

–¿Saben lo que es esto? –Isa movió un periódico frente a ellos.

–Un periódico –dijo Terry con fastidio.

–Ya sé que es un periódico –gritó Isa –, hablo de esto.

 

Isa aventó el periódico sobre la mesa y solo se quedó con la sección de espectáculos en su mano, en primera plana aparecía una leyenda “Scotland Yard Boys o Party Boys?” Anthony abrió los ojos al ver su fotografía donde tenía la corbata amarrada alrededor de la cabeza, en seguida se buscó la corbata y ésta había desaparecido.

 

–La imagen de chicos buenos…–comenzó a leer Isa –quedó desbaratada el día de ayer en la fiesta de presentación, donde los cinco integrantes de los debutantes SYB, demostraron que son mejor festejando de lo que son en escena…

 

Los muchachos se miraron temerosos unos a otros.

 

–…desde las demostraciones de baile, hasta los clavados con ropa en la piscina de la famosa mansión…

 

Isa continuaba leyendo mientras que como en sueños lo que había pasado la noche anterior comenzaba a llegar a la mente de Anthony, recordaba haber bebido mucho y después haber pedido al DJ una canción y haberse puesto a bailar, después había llegado Archie y se había subido a la barra, se habían quitado los sacos y las corbatas, después él se la había amarrado en la cabeza y se había deslizado por toda la barra tirando los tragos que estaban sobre ella. Recordó que Neal y Stear estaban saliendo al jardín y el grito de Terry “concurso de clavados” y como muchos habían salido a verlos.

 

–Estoy francamente molesta –dijo Isa después de leer la nota del periódico –ayer entre los cuatro –señaló a Lau, a Ale, y a Orly – tuvimos que ir por ustedes uno por uno y traerlos aquí. Claro está después de recibir una fuerte llamada de atención de parte del Sr. Signazor, quien se dio cuenta de todo. En serio que no se si pueda seguir con ustedes, no entienden una simple instrucción.

–Lo lamento, en verdad lo lamento –dijo Anthony.

–Sí, yo... no era nuestra intención –agregó Archie.

–No queremos que nos dejes –apuntó Stear.

–Pues entonces tienen que cambiar esta nota por algo favorable, porque de lo contrario no sé si pueda soportar, esta clase de noticias se esparcen como la pólvora y explotan más que si fueran dinamita. Y al rato parece una reacción en cadena. Los paparazzis van a perseguirlos por todas partes para poder escribir este tipo de notas, así que tendrán que comportarse en todo momento y estar al pendiente para que nada malo pase, ¿están dispuestos a sacrificar su vida privada?

–Sí, claro que sí –exclamó Archie.

–Espero que sea cierto y no solo palabras vacías –agregó Isa –esta es mi primera advertencia. No habrá una segunda, se los puedo asegurar.

–Tomen el café –dijo Ale –nos vemos en media hora en el estudio

 

Anthony se sentía avergonzado, miró a sus compañeros y sabía que lo mismo pasaba con ellos. Tomó el periódico y se prometió no volver a beber de esa manera.