Capitulo 2 “Un nuevo
rey ¿o reina?”
Después de la partida de
Anthony a la guerra Eliza comenzaría su plan para apoderar del reino para
eso usaría todas sus artimañas para lograrlo. Eliza estaba interesada en
el joven príncipe del reinado vecino pero sabía que él no estaba
interesado en ella, así que vería la forma de que se enamorara de ella.
Quería de una u otra manera ser reina, se daría el gusto de quitarle todo
a Anthony puesto que no merecía otra después de despreciarla. Sabía que
tenía que hacer algo y en ese momento decidió raptar al Consejero real no
importándole que fuera su propio primo Archibald, lo había pensado mucho y
la decisión no era tan fácil, ya que su objetivo no era Archie sino su
hermano, con una amenaza de muerte hacía Archie podría tener bajo su poder
a Stear y le resultaría mucho más fácil poder ser la reina. Para poder
conseguir esto fue haciéndose de aliados para lograr su cometido.
Ella esperaba en su
habitación, ese día le habían informado que actuarían de acuerdo al plan,
y ahora retorcía un pañuelo en sus manos con impaciencia, estaba a punto
de pensar que todo había salido mal cuando alguien tocó a la puerta de su
habitación…
- Pase…
- Disculpe Milady pero
vine a informarle que ya tenemos secuestrado al joven consejero real, ya
esta en nuestro poder, esta escondido en un lugar lejano, así el mago real
no podrá encontrarlo.
- Me parece perfecto –
dijo al tiempo que en su cara se dibujaba una sonrisa maliciosa - ahora
podré seguir con lo planeado, téngalo bien cuidado, no quiero que se les
escape y arruine mis planes.
- No se preocupe mi Lady,
estará bien cuidado, no se nos escapará, porque sino también nosotros
salimos perjudicados.
- Si así que mucho
cuidadito, por si salen mal mis planes lo pagaran muy caro.
- No mi Lady – dijo el
hombre con el rostro desfigurado del miedo - como cree eso, no queremos
que se moleste, nosotros le obedecemos en todo, usted merece ser nuestra
reina.
- Si lo se, sé que me
merezco ser reina, así que me deben su obediencia total, no me querrán de
enemiga.
-No, es lo que menos
queremos, así que no la molestamos más mi Lady, me retiro- dijo uno de los
aliados de Eliza, el cual había ayudado a engañar a Archie y así poder
secuestrarlo.
“Todo va yendo como lo
planee”, - pensó con alegría Eliza – “ya tengo en mi poder a Archie con
esto poder manipular a mi gusto a Stear, falta muy poco para poder
apoderarme de todo. Pronto seré la reina Eliza, como debía ser hace
tiempo, por fin todo esto será mío, Anthony tu te lo buscaste cuando me
despreciaste, todo lo que era tuyo ahora será mío.”
Eliza sabiendo que tenía
la mejor de las cartas para jugar, fue a buscar a Stear, era algo que no
quería dejar pasar, también Stear le había hecho pasar malos ratos y
quería ver su cara cuando le comunicara la nueva.
- Hola primito, ¿como
estas…? se te nota solo, me pregunto donde esta tu hermano.
- No se, pero me parece
raro que preguntes por él.
- ¿Por qué habría de
parecerte raro?
- Porque tengo dos días
que lo he tratado de localizar y nadie ha sabido darme alguna información
- Bueno no te preocupes
más, yo se donde se encuentra…
- ¿Qué quieres decir con
eso? – dijo ya intrigado por los comentarios de Eliza.
- Jajaja ¡Ay primito!
eres el mago real y no sabes lo que pasa en el reinado, creo que no estas
haciendo bien tu trabajo - dijo maliciosamente, paseándose alrededor de
él.
- Que insinúas Eliza, ya
dime lo que quieres… - dijo ya exaltado.
- ¿Qué bueno que
preguntas? Porque lo que quiero es algo simple… quiero ser la reina.
- ¡Estas loca! El rey es
Anthony - dijo gritando notoriamente molesto.
- Él… era el rey – dijo
con un dejo de malicia - ahora la reina soy yo, yo manejaré todo.
- Estás equivocada, él
que maneja todo es Archie por eso es el consejero real.
- Pero ¿tú lo ves por
algún lado?, yo no lo veo.
- Debe estar haciendo
algo importante.
- jaja importante como
tratar de saber donde esta.
- De que hablas Eliza, ya
dímelo de una vez…- dijo ya preocupado por las insinuaciones.
- Ya que no me crees, te
lo diré bien claro, yo a partir de ahora seré la reina porque… pues porque
tengo en mi poder a tu hermano y si no haces lo que te pido lo van a matar
y no será una muerte rápida, así que quisiera saber que piensas
- ¡¡¡No!!!… ¡Estás
mintiendo! ¿como puedes decir eso?, tú no puedes tenerlo en tu poder…
- Pues créelo primito, no
es este el anillo que les regalo su padre- dijo mostrándole un fino aro,
el cual era parecido al que tenia Stear, salvo que el suyo tenia
incrustaciones de piedras de color verde y la de Archie, rojas.
- ¿Pero como lo tienes?
No puede ser que tengas el aro que nos dio nuestro padre, no puede ser
cierto.
- Me imagino que ahora me
crees ¿No?
- Por favor no lo
lastimes…- dijo asustado por lo que le pasaría a su hermano si no le hacia
caso a Eliza.
- Jajaja claro que no lo
haré sin él no estarías bajo mi mando. Pero quiero que sepas que cualquier
movimiento en falso de tu parte, cualquier sospecha de mi parte será una
tortura que tu hermano tendrá que soportar.
- No será necesario…-
dijo ya resignado a obedecer a Eliza, por que jamás permitiría que
lastimaran a su hermano menor.
- Así que mi primera
orden es de lo más sencilla, es mi deseo que se me corone como reina
mañana.
- ¡¡¡Mañana!!! Pero es
muy pronto.
- No me importa, mañana
me coronas y punto.
- Haré lo que me pides.
- Ah algo más… ya que
andas metido haciendo tus experimentos... prepárame un filtro de amor…
- ¿Un filtro de amor?
¿Pero para quien?
- Eso no te importa… solo
hazlo…
- Si, mi reina. – dijo
Stear apretando los dientes
- jajaj suena bien así…
querido. Ahora retírate de mi presencia.
- Como usted ordene su
majestad.
- Pero antes…
- Si, mi reina…
- Quiero que mañana en mi
coronación inviten al príncipe del reinado vecino.
- Lo haré su majestad,
pero no creo que llegue si la coronación es mañana, tardaría 3 días en
llegar.
- Bueno si llegaría en 3
días que dentro de 4 días me coronen, ahora si retírate.
- Así tendré más tiempo
de preparar su coronación, así que me retiro su majestad- dijo pensando
que esos 3 días le servirían para poder buscar a su hermano y no tener
que coronar a Eliza como reina que era lo que menos deseaba hacer, ella no
se merecía tal honor.
No obstante como había
sido la orden de Eliza, se había procedido a enviar la invitación de la
coronación muy discretamente al Príncipe del reinado vecino, ya que Stear
no quería que los demás miembros de la corte se enteraran y se
preocuparan, además que mandó a sus súbditos más leales a buscar a su
hermano por todos lados, pero por mas que lo buscaban no lo encontraban
eso no le gustaba para nada además que no sabia si estaría bien, Eliza
había planeado bien todo, ya no le quedaba mas remedio que coronarla y
hacerla reina.
Los cuatro días habían
transcurrido tan veloces como el mismo viento, el príncipe vecino quien se
encontraba ya instalado en el reino, no entendía bien el porque de la
invitación ya que estaba informado de que el rey se encontraba en la
guerra, pero había decidido hacer el viaje ya que no podía dejar de
asistir, tal descortesía podría haberle llevado graves problemas a su
reino, Stear por su parte realizaba sus actividades con un gran desgano ya
que no deseaba a Eliza como reina, conocía su cruel corazón y sabía que el
futuro del reino estaría en manos de la peor persona posible para
semejante cargo, encima de este pesar, su querido hermano continuaba
desaparecido, y Anthony en la guerra sin saber nada y sin posibilidad de
hacerle de conocimiento de lo que sucedía. Ver a Stear deambular por los
pasillos y saber que Anthony estaba lejos de todo, era más que disfrutado
y celebrado por Eliza, veía como su plan se llevaba a cabo sin ningún
problema, en pocas horas seria su coronación, seria la reina de todo.
En el gran salón estaban
ya todos los invitados, varios no entendían el porque de la fiesta y mas
el tipo de arreglos que eran muy parecidos a una coronación, eso los
confundía mas. De pronto comenzaron a sonar las trompetas dando entrada a
Stear al lado de Eliza. Ella se dirigió hacía el trono del rey, haciendo
sorprender a todos, en medio de las murmuraciones Stear elevó la voz y
comunicó a los concurrentes que era la ceremonia de coronación de la nueva
reina Eliza, esto dejo a mas de uno sorprendidos, dándole la corona, ella
estaba mas que feliz, su hermano Neal quien no estaba enterado de nada,
estaba tan sorprendido como el resto. Su mente comenzaba a confundirse,
¿como era posible que Eliza estuviera siendo coronada reina? y él, su
hermano, su cómplice de toda la vida estuviera siendo excluido de lo que
estaba pasando?, ¿donde estaba Archie el consejero real? ¿tenía algo que
ver con todo?, Sin embargo esas preguntas no solo se las hacía Neal sino
el resto de miembros de la corte, ninguno entendía, no sabían que hacer,
pero si Stear como mago de la corte la había nombrado como reina sabría lo
que hacia, el príncipe vecino también estaba sorprendido, no entendía el
porqué el cambio de rey, todo le parecía muy raro.
- Bueno Eliza ya tienes
lo que deseabas ser reina, ahora dime donde esta mi hermano.
- No tan rápido primito
déjame disfrutar de mi fiesta después hablaremos, pero igual ten cuidado
con lo que dices. Ya te lo he advertido…
- Si lo haré, no quiero
que nada malo le pase a mi hermano.
- Lo que si quiero es que
me des la pócima que te pedí.
- De acuerdo, en un
momento más te la daré, pero para que la quieres
- Eso no te interesa,
solo a mí.
- Disculpa… - dijo a
regañadientes, no le gustaba nada la idea de tener que servir a Eliza, y
más disculparse con ella.
La fiesta se llevaba a
cabo aunque la gran mayoría seguía sin entender el porque de la nueva
reina pero no podían hacer nada ya estaba coronada, los único felices eran
los aliados de Eliza, pero lo que eran los demás se notaba su rostro de
molestia en especial el de su hermano que no entendía nada, el príncipe
vecino solo disfrutaba de la fiesta, procedió a saludar a la nueva reina.
- Mi Lady vengo a
presentar mis saludos y a felicitarla por su coronación, mi nombre es
Terruce, soy el príncipe del reinado vecino - dijo extendiendo su mano
para poder besar la de Eliza.
- Es un honor para mi
tenerlo en mi coronación, además de guapo tan galante – dijo mientras no
cabía de felicidad de tenerlo cerca.
- Eh… gracias, lo que si
no entiendo es porque el cambio de rey.
- Son cosas que pasan
pero mejor hablemos de nosotros- dijo tratando de cambiar el tema.
- Bueno como príncipe me
he quedado a cargo de gobernar todo ya que mi padre esta en la guerra al
igual que su anterior rey, ya que todos se unieron en esa batalla la cual
no le veo sentido alguno pero son ocas ajenas a mi.
- Ah, pero aquí estamos
para celebrar así que porque no me invita a bailar- dijo muy coquetamente.
- Este si pero no será
descortés ya que varios de los presentes querrán saludarla.
- No, no lo es, ya
tendrán tiempo después- como si me importara su saludo.
Terruce trató de no
expresar lo desagradable que encontraba aquella situación, así que
extendió su mano para así poder llevarla a la pista de baile, los
presentes se quedaron sorprendidos por el hecho ya que era costumbre
saludar al nuevo rey y después la celebración pero eso rompió todo el
protocolo acostumbrado. La pareja realizó dos bailes, Terruce estaba algo
incomodo ya que conocía el protocolo, pero a Eliza todo le daba igual, ya
que nuevas reglas vendrían con su reinado, al príncipe algo no le agradaba
de ella, la notaba muy superficial, además que no le gustaba sus cambios
repentinos de tema.
Eliza buscaba la forma de
acercarse mas al príncipe pero él no le daba mucha atención, eso le
disgustaba, dándose cuenta de que se vería obligada a usar la pócima que
Stear le preparó, para nada dejaría escapar a esta príncipe, se lo había
propuesto así que lo conseguiría.
- Espero que te vayas a
quedar unos días ya que la celebración continuará, mañana se le informará
al pueblo sobre su nueva reina, y se hará otra fiesta.
- No estaba informado al
respecto pero si me estas haciendo la invitación no podría negarme- aunque
lo que mas deseaba en realidad era poder irse de allí, pero sabía que
debía de guardar las apariencias, porque las relaciones políticas con ese
reino se pondrían en peligro, su padre así se lo habría pedido y era lo
que el príncipe Terry pensaba hacer.
- Que bien, mañana se
hará otra gran fiesta.
- Pero no se si esta bien
si los demás están en la guerra.
- Pero es mi coronación y
hay que celebrarla.
- Si me imagino que si-
dijo Terry mientras pensaba que era la mujer mas cruel que había conocido,
no podía concebir como estando sus caballeros en la guerra sufriendo por
resguardar la paz en el reino ella prefiriera las fiestas, “debe de estar
loca” pensó - Bueno su majestad me retiro, tuve un viaje agotador, me
imagino que entenderá, ya mañana la acompañare en sus celebraciones.
- Si entiendo – dijo
Eliza aunque realmente estaba lejos de comprender los sentimientos del
noble caballero– descanse ya mañana celebraremos mas - y después pensó
“descansa mientras puedas, porque mañana serás mío, todo mío”
- Si mi lady- se
despidió Terry pensando que por fin dejaba a esa mujer por ese día,
mañana ya vería mañana que haría.
El príncipe Terry se fue
a sus aposentos a descansar, Eliza continuó su fiesta hasta altas horas,
Stear quería hablar con ella pero no pudo, Neal tampoco se le pudo
acercar, al día siguiente vería la forma de hablar con ella.
Eliza estaba mas que
feliz por fin era reina, por fin le había quitado todo a Anthony, pero
quería mas, quería a Terry, lograría casarse con él gracias a la pócima
que le había dado Stear, ya que había notado que él no estaba interesado
en ella, pero eso no le importaba, sería su esposa de todas maneras, al
día siguiente le daría la pócima lográndolo conquistar y finalmente
casarse con él.
- Ya logré lo que quería,
tengo todo lo que era tuyo Anthony, pero mañana tendré en mi poder a
Terruce, lo conquistaré con esto- agarrando el frasco de la pócima- con un
poco de esto estarás loco por mi y nos casaremos inmediatamente, jajajajaj
serás mió Terruce, seré la reina de todo jajaj estoy logrando todo lo que
deseo y lo que me estorbe lo quitare de mi camino, por lo pronto retendré
mas a mi mago real jaajja – de repente se quedó un poco sería, sabía que
no podría retener por siempre a Stear chantajeándolo solo con Archie, pero
entonces tenía que pensar en algo más - Ummm pues como mas con su
prometida, si tengo en mi poder a su hermano y su prometida, ya no podrá
hacer nada contra mi lo tendré en mi mano jajajaj.
Al día siguiente comenzó
otra fiesta, el reino en general no entendía nada y mas aun que les
informaran que tenían una nueva reina, las murmuraciones no se hicieron
esperar ¿que había pasado con su Rey Anthony, donde estaba? ¿Porque Eliza
como reina? ¿Porque ella? ¿Y su consejero real? ¿Porque el mago real
aceptaba aquello? ¿Que pasaba en el reino?, pero ellos solo podían
preguntarse mas no podían hacer nada, solo eran el pueblo, la nueva reina
gobernaba todo, no les quedaba más remedio que aceptar lo que les decían y
celebrar lo que no comprendían.
- Toda esta plebe tendrá
que aceptarme si o si como su reina.
- Porque los tratas así
si son tu pueblo, ahora tú los reinaras.
- Porque no son de mi
nivel, como dije son la plebe, o sea nada.
- No es justo lo que
dices, el pueblo es todo, gracias a ellos tenemos todo, no deberías
tratarlos así- dijo Terry viendo la forma tan despectiva de que Eliza
hablaba de sus pobladores, no le gustaba ese trato que les daba, él los
veía como sus iguales, eso le había enseñado su madre.
- Bueno, yo los trato
como quiera, será mejor que hablemos de otra cosa, que tal si pruebas este
delicioso vino.
- no gracias ahora no
deseo beber, mejor en la cena, me siento indispuesto será mejor que me
retire a mi habitación.
- Oh bueno, espero tu
compañía en la cena ahí disfrutaras de este vino- este vino que te hará
que estés a mis pies, y sigas lo que yo te diga, que tonto creer que la
plebe es igual a uno, ya cambiaras a mi lado.
Terry no veía la hora de
irse del reinado pero con todas las fiestas programadas lo veía difícil, y
mas tener que soportar a Eliza, no le gustaba como hablaba de la gente,
como si ella fuese superior solo por ser reina, solo le quedaba contar
los días para poder irse.
En la fiesta Neal vio la
oportunidad de acercarse a su hermana.
- Hola hermanita no sabes
la sorpresa que me lleve el que te coronaran reina, al igual que todos
pero tengo misa dudas sobre como lo lograste te conozco hermanita de
seguro haz hecho algo.
- A que te refieres
tonto, solo Stear vio que podría ser reina y me nombro solo eso, que mas
podría ser.
- Si que mas podría ser y
pero lo que no entiendo es ¿donde esta Archie? ¿Sabes tu algo?
- Yo no se nada, no se
de que hablas.
- Jajaja yo creo que si
sabes, seguro lo haz de tener en tu poder y por eso Stear te nombro reina.
- Que cosas dices, estas
loco.
- Ja es eso, ves te
conozco, así que como se tu secreto, ve la forma de que tengo algo de
poder en el reinado sino lo diré todo.
- No haré nada de lo que
me dices.
- si que lo harás... sino
lo diré todo.
- Ya veremos, así que
aléjate ahora de mí.
- claro te dejo con tu
celebración.
- Retírate estúpido.
“Este cretino no va a
malograr mis planes así que como ahora tengo todo el poder haré que lo
destierren de este reino, no lo quiero cerca mió sino arruinará todo lo
que he logrado”
En la cena Eliza buscó la
forma de mantener alejado a su hermano de ella, después le diría a Stear
sobre lo que había decidido para él, ahora solo tenia en mente darle la
pócima de amor a Terry.
- Bueno ahora no te
negaras a degustar este delicioso vino- dijo coquetamente Eliza a Terry,
sabiendo que por cortesía no se negaría.
- Claro que no me niego
seguro debe estar muy delicioso este vino - tomando la copa y degustando
del brebaje.
- ¿Y que te pareció su
sabor? – dijo intrigada por saber que pasaría.
- Este no se aun no
descifro su sabor pero creo que me mareo algo - dijo viéndose algo
afectado pro el brebaje.
- ¿Estas bien?- dijo
Eliza preocupada, quería al principie a su lado pero no muerto.
- Si me encuentro bien
sino que me mareo algo esto, pero no se me siento algo raro.
- ¿Algo raro?
- Si no lo entiendo… será
mejor que me vaya a descansar.
- ¿¿A descansar?? Pero…
- Si mi lady creo que
será lo mejor no me siento muy bien.
- Este bueno.
- Gracias mi lady-
besando la mano de Eliza, retirándose del lugar.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Stear!!!!!!!!!!!
- ¿Que pasa Eliza?
- ¿Que haz hecho?
- ¿De que?
- De la pócima, se sintió
mareado y se fue a descansar no se supone que caería a mis pies.
- Le diste la pócima al
príncipe Terruce?
- Eso que te importa, lo
que quiero saber es si funciona o no esa pócima.
- Si funciona pero no se
como, yo solo se que funciona, los resultados nunca lo he visto, me han
dicho que si.
- Como me das algo que tu
nunca haz probado.
- Será porque nunca lo he
necesitado.
- ¿Que quieres decir con
eso?
- Yo nada, solo te digo
que no la he usado, solo la prepare como me lo pediste, seguramente mañana
tendrás los resultados.
- Encima tengo que
esperar hasta mañana para saber si funcionó, ¿pero por cuento tiempo dura
el brebaje?
- No lo se, unos me ha
dicho que por una semana de ahí después otra dosis sino la persona
reacciona.
- Bueno, esperaré hasta
mañana sino ya veras lo que hago.
- No Eliza confía habrá
resultados- dijo retirándose no preocupado sobre si funcionaba o no el
famoso brebaje, sino porque se lo había administrado al príncipe Terruce y
se estaba comenzando a sentir culpable de lo que podría llegar a pasar
Luego al final de la
noche Eliza le dijo a Stear que a partir de ese momento su hermano no
pertenecería a la corte y seria desterrado, no lo quería cerca de ella,
que procediera a expulsarlo del reinado con algunos guardias, no quiera
mucho escándalo, Stear no entendía el porque pero hizo caso al pedido de
ella, Neal fue retirado del reinado a regañadientes, gritando improperios
contra la nueva reina, que se lo iba a pagar de alguna u otra forma, que
un día diría su secreto y acabaría con ella, en ese momento Stear no le
daba mucha importancia a lo que él decía mas bien le parecía un loco, a
Neal lo dejaron a las afueras del reinado, lo botaron cual saco de papas y
lo dejaron sin nada, mas solo con lo que vestía.
- Me las pagaras Eliza,
vas a pagar lo que me estas haciendo, siendo tu propio hermano me haces
esto, veré la forma de hacerte pagar esto, no descansare hasta lograrlo-
dijo gritando desde el suelo con su ropa toda embarrada y sintiéndose muy
molesto con su hermana aun sin poder creer que he hubiera hecho eso a él,
su propio hermano, ¿que ocultaba ella?, ¿porque hizo eso?, pero mas que
todo vería la forma de que ella pagará por todo, por la humillación que
estaba pasando, desterrarlo a él un miembro de la corte.
Así paso su noche Neal
renegando por lo que le había ocurrido, sin tener un lugar donde ir, sin
tener donde alimentarse, estar totalmente solo en un lugar que mas que
todo detestaba, tener que compartir con el pueblo, eso era la peor para
él, tener que compartir con la plebe, tener que verse obligado a pedir
limosna para alimentarse cuando estaba acostumbrado a comer en banquetes,
tener que vestir ropa sucia cuando vestida finas vestiduras.
Entre tanto en el
palacio, Eliza estaba impaciente
- No veo la hora de bajar
y encontrarme con Terruce, ¿habrá resultado la pócima?- eran las dudas que
tenia Eliza.
Eliza no pudo esperar mas
en su habitación y bajó, para su suerte se encontró con el príncipe
Terruce.
- Buenos días Terruce.
- Oh pero que bella
visión tienen mis ojos, la mas bella de las damas hace su presencia antes
mi.
- Oh que dices que me
ruborizo- mientras pensaba con felicidad que la pócima había funcionado
- No es mi intención pero
no puedo evitar sentirme afortunado al estar al lado de tan bella dama.
- Gracias, y que haces
despierto tan temprano.
- Esta mañana desperté
con ganas de compartir más tiempo usted mi lady.
- Que amable…
- Mi señor… - dijo un
hombre acercándose a Terruce.
- Señor todo esta listo
para retirarnos como lo ordeno ayer.
- Pero si yo no me quiero
ir.
- ¿Te vas Terruce?. Dijo
Eliza tratando de no mostrar su enojo por la interrupción.
- No yo no me voy.
-Pero señor, ¿el reinado?
- Si lo se pero no me
quiero alejar de esta bella dama.
- Entonces quédate.
- Disculpe mi lady pero
no se vería bien que el joven Terruce se quede mucho tiempo aquí, ustedes
no tienen compromiso alguno así que se darían los comentarios en los otros
reinado- dijo el consejero de Terruce.
- Quieres decir que si yo
tuviese un compromiso con Eliza no habría problemas en quedarme- dijo
Terry
- ¿Pero que tipo de
compromiso?- dijo Eliza tratando de ocultar una sonrisa.
- Compromiso como
casarnos, ¿que dices?- dijo feliz mostrando su mejor sonrisa esperando la
respuesta de Eliza.
- Pero joven no puede
tomar la decisión así por así, ¡Esta loco! ¿como así casarse con ella de
la nada?, su padre no lo permitiría.
- Pero ya lo hice, ¿que
dices Eliza te casarías conmigo?
- Es muy apresurado pero…
¡si!- En sus adentros se sentía complacida con Stear “Que bien funciono
esta pócima jajajaj”
- Entonces nos quedamos y
celebraremos la boda.
- Pero boda, ¿no seria
mejor que se comprometan un tiempo?- para poder tener mas tiempo para
hacer algo.
- Yo no quiero perder el
tiempo, estoy loco por ella- dijo mostrando un a gran sonrisa.
- Yo tampoco quiero
perderlo – Dijo Eliza pensando que no debía perder un minuto de tiempo,
porque no sabía cuanto duraría el efecto de la pócima.
- Entonces que se
comience a preparar todo para la boda.
- Si, ordenaré todo.
- Todo debe quedar
hermoso como tu mi querida Eliza.
- Oh Terruce.
- Dime Terry.
- Oh Terry, nuestra boda
será maravillosa, pero ¿cuando será?
- Bueno para tener tiempo
de preparar todo y que vengan los invitados que tal dentro de 5 días.
- ¿¿¿5 días???- preguntó
con un dejo de miedo, no estaba segura de que la pócima durara tanto
tiempo.
- ¿Estas de acuerdo?
- Si lo estoy- sino le
daré otra dosis para así casarme con él.
- Y esas caras de alegría
¿que sucede?- dijo Stear.
- Es que nos casaremos-
dijo Terry muy feliz.
- Casarse, ¿ustedes?
- Si, dentro de 5 días,
dentro de 5 días estaré para siempre con la mujer mas bella.
- Ohh felicidades – dijo
Stear tratando de ocultar la desazón que invadía su alma, “esta pócima si
que es fuerte, para que se case con ella y hable de esa forma de Eliza,
esta como embrujado.” Pensó con tristeza, más por fuera mostraba una cara
tan sonriente como la que esperaba Eliza que tuviera en ella.
- ¿No cree que es muy
pronto?, como consejero lo veo así ¿y usted?
- Yo solo obedezco las
órdenes de mi reina y si ella es feliz con esa boda lo acepto- señaló
viendo la mirada amenazante de Eliza.
- Bueno no me queda mas
remedio que aceptar esta boda, por mas absurda que me parezca.
Los consejeros del
príncipe Terry y Stear abandonaron la habitación dejando solos a los
futuros novios, y el muchacho se acercó a Eliza, quien se mostraba
bastante satisfecha consigo misma
-Mi bella Eliza disculpa
mi pregunta pero me pareció escuchar un escándalo por una ala del palacio-
dijo Terry preguntando por un escándalo acontecido en la noche.
- Ah este no, yo no
escuche nada, ¿estas seguro?
- Bueno eso me pareció a
mí pero puede ser que estuviera soñando.
- Si lo mas seguro
querido, fue un sueño- dijo sonriendo
“Así con que hiciste un
escándalo, jajaj tonto hermanito” Pensó Eliza sin quitar su sonrisa
maliciosa de la cara.
- Ya queda solo contar
los días para nuestra boda, así que iré a ver todo con mi consejero, te
dejo querida mía.
- yo igual tengo que
ordenas muchas cosas con el mago, el me ayudará.
La noticia de la boda
corrió como reguero de pólvora, además de causar sorpresa a todos por la
repentino, también la causaba el extraño proceder del príncipe Terruce, ya
que antes ni siquiera había volteado mirar a la cruel mujer, ¿cómo era
posible que ahora quería casarse con ella? ¿porque dentro de 5 días?
¿porque tanta prisa?
Los días pasaron volando,
todos los preparativos se llevaron a cabo lo mas rápido posible, llegaron
muchos invitados, los novios estaban mas que felices por así decirlo, ya
que Eliza había logrado que de nuevo Terry tomara la pócima, así para la
boda estaría bajo sus efectos, Stear aun no entendía el porque Eliza
quería casarse con Terry, el consejero de Terry por mas que intentó
atrasar la boda no pudo, ya no quedaba más que hacer.
Esa tarde, Eliza entró a
la ceremonia con un bello vestido, de fino encaje y perdería, se le veía
como una princesa, claro para los ojos de su príncipe, porque para los
demás solo se le veía hermosa, no se negaba su buen gusto en escoger el
diseño, el novio vestido de forma elegante con ropajes especialmente de
color verde, la ceremonia se llevo a cabo de lo mas normal posible,
dándolos por esposos.
Eliza no cabía de
felicidad, todo lo que se había propuesto lo había logrado, primero ser
reina quitándole todo a Anthony ahora era la esposa de Terry siendo la
princesa del reino vecino, no podía pedir más.
Terry estaba feliz por
tener una esposa tan bella pensaba él, no entendía porque su consejero no
la quería si era tan dulce.
Por su parte Archie era
ajeno a estas noticias no sabia nada, no sabia quien lo había mandado a
secuestrar, ni para que lo querían retenido allí, ¿que lograrían con eso?,
¿que estaba pasando?, ¿como estaba su hermano?, eran muchas las
interrogantes que tenia, pero nadie le informaba nada, quiera escapar de
ese lugar pero estaba muy bien vigilado, no le quedaba mas que estar ahí y
esperar que algo suceda.
Stear por su parte no
sabia que hacer, detestaba tener que recibir las ordenes de Eliza, tener
que estar bajo su mando, encima no tenia noticias de Anthony, ni de su
hermano, no sabia si estaba bien o no, si lo alimentan o no, si estaba
vivo o no, nada de eso le gustaba encima Eliza ahora tenia mas poder
porque además de ser reina ahora era la princesa del reinado vecino, le
daba lastima Terry por que estaba bajo el hechizo de la pócima que él
mismo había preparado para Eliza, si hubiera sabido que era para él no la
habría hecho correctamente, pero la había hecho bien, tanto que había
funcionado a la perfección.
Candy quien al habitar en
uno de los pueblos colindantes con la frontera, dos días después había
recibido las noticias. No obstante le tomó de sorpresa saber que había un
nuevo gobernante y que se trataba de Eliza, no sabía que había pasado con
Anthony, su corazón le decía que estaba bien, pero entonces ¿porque ya no
era rey? ¿Qué había sucedido en aquel lejano castillo que parecía volver
todo en un gran caos? Sin embargo Candy no tenía mucho tiempo para pensar,
ese día tenía que sacar a pastar a las ovejas.
Caminaba rumbo a la
montaña cuando se encontró con Neal, aquel muchacho que tenía unos pocos
días en el pueblo, de quien nadie sabía nada solo que de su boca no salían
más que disparates, el pobre y loco muchacho al que todos rehuían.
-
Hola – saludó la muchacha con una gran sonrisa en la cara
El muchacho apenas y
volteó a mirarla.
-
Hoy hay noticias nuevas – dijo ella como si él le hubiera
respondido al saludo – Tenemos una nueva reina… La reina Eliza… y no solo
eso, también tenemos un nuevo rey, su esposo el rey Terruce Primero.
-
¿Se casó Eliza? – preguntó el muchacho
-
Si, la reina Eliza se ha casado – dijo ella, perdonando la falta de
respeto hacía su gobernante.
Neal apretó los labios, la noticia de la
boda de Eliza no fue de mucha sorpresa para él, ya no podía hacer nada, no
podía acercarse al reino, le estaba prohibido, encima en el pueblo le
tildaban de loco porque decía que era hermano de la reina Eliza, no le
gustaba la vida que llevaba, y menos tener que pedir limosna para
alimentarse. Pero la sonrisa de esa muchacha le hacía reconfortarse,
aunque no lo suficiente como para quitarse a su hermana de la cabeza.
Mientras tanto Anthony se
encontraba realmente lejos de su reinado sin tener noticias de lo que allí
sucedía, sin saber que ya no era rey, y que su desagradable y cruel prima
Eliza, era ahora la gobernante de su querido pueblo, o que ella quien
había alegado amarlo con toda el alma había emprendido una cruzada en su
propio castillo para destituirlo de todo lo que alguna vez le perteneció
por derecho.
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