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Reflexiones



REFLEXIONES AL DESPERTAR 
Anthony estaba en el jardín, abonando a las Dulce Candy, con lágrimas en los ojos, cuando escucha llegar el auto del Tío Abuelo William. Inmediatamente, se incorpora, y se sacude los pantalones, mientras pensaba “ojalá que esta vez sí sea el Tío”.
 Pero, como siempre, fue George quién descendió del auto, y al cruzar su mirada con Anthony, no pudo evitar notar la tristeza en su rostro, así que, antes de entrar a la casa, se acercó a él. Y entonces, una reacción inesperada, solo con preguntarle que le pasaba, Anthony se abraza de George y comienza a llorar. George se enternece, pues, después de todo, Anthony es sólo un chico de 14 años, obligado por la sociedad a comportarse como un hombre.
 El hombre de confianza de la familia, ya sabe a que se debe el sufrimiento del chico. Sabe que Candy, ese mismo día, partió a México, en compañía de solo Dios sabe que clase de hombre. Así que, habla un momento con Anthony, quién le suplica que le lleve a su Tío Abuelo, una carta que él ha escrito, con carácter de confidencial.
 
 “Candy querida, pensar que hace solo dos días estaba completamente abatido por tu partida, y ahora estás aquí. ¿No es un sueño? No, no puede serlo, no lo es. ¡Por supuesto que no lo es! Me siento feliz de verte sonreír, y de saber que por mí te esforzarás de ser una dama. ¡Que dicha estar enamorado! ¡Que dulzura en el alma ser correspondido! Esta mañana, me levantaré temprano, quiero que al despertar, tengas un ramo de Dulce Candy, frescas en tu habitación. ¡Es más! Voy de una vez”




REFLEXIONES ANTES DE DORMIR

Vaya que es una sensación extraña. Me siento animado, me siento emocionado, pero, también, algo contrariado. Candy querida, ver tu sonrisa es lo mejor que me ha sucedido este día, y saber que a partir de hoy, serás una  Andley, me llena de una felicidad inmensa. ¡Verte todos los días, querida Candy! Vivir bajo el mismo techo, sí, me hace muy feliz… pero, este sentimiento, esta contrariedad, ¿a que se debe? Quizá a que hubiera deseado tener la paciencia hasta llegar a la edad suficiente, para que, entonces, en lugar de ser mi prima, fueras mi esposa. Pero… tal vez si se pueda. Digo, no es parentesco sanguíneo, solo legal, ¿no? Jajaja, creo que le preguntaré a George. ¡Ya lo tengo! Estudiaré leyes para poder resolver esto yo mismo. Candy, ya lo verás, serás mi esposa. Serás una gran dama, y yo seré el orgulloso caballero que te lleve del brazo. El amoroso hombre de familia, que tenga la dicha de tenerte como esposa. ¡Animo Anthony! Estando cerca, será más fácil demostrarle tu amor. Además, lo sabes, se nota en su mirada que te ama. Dulces sueños Candy, te veré mañana. ¡Sí! ¡Te veré mañana

Perla Gutierrez

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