Capítulo 5
Casi un mes
ha pasado desde aquel trágico día, la muerte de Caroline afectó
fuertemente a Anthony, el joven no quería ver a nadie. Basto con
tener ese cuerpo inerte entre sus brazos para darse cuenta que
detrás de toda esa pasión había amor, un amor que no supo
imponerse, un amor que moría con Caroline.
En el
departamento del abogado, no quedaba ni un retrato de ella, el
piano abandono ese lugar y el joven se prometió no volver a tocar
aquel instrumento.
Una noche,
Anthony manejaba sin rumbo fijo y cuando se detuvo se encontró
frente al acostumbrado bar y decidió tomar una copa. Al entrar se
sentó en la barra, pidió una copa de coñac, la cual bebió toda de
un sorbo y solicito la segunda. Se sentía observado y eso le
incomodaba, así que termino su copa, pago la cuenta y se disponía
a marcharse, una voz lo detuvo.
-¿Te vas tan
pronto?... te invito un trago, o caso ¿serás capaz de
despreciarme?
-Te acepto el
trago.
Al tener sus
tragos en las manos.
-Brindo por
los viejos tiempos, en esos tiempos que solíamos parrandear por
toda Italia… salud.
-Brindo por
los buenos amigos, que a pesar de todo están ahí, por los
desertores… salud.
Ambos
bebieron y Anthony preguntó.
-Te hacia en
Italia… ¿cuándo llegaste?
-Hace mucho
tiempo, casi un mes.
-Y por qué no
estuviste presente en el entierro de Caroline.
-Estuve… pero
a lo lejos. Anthony, en verdad lo siento… supongo que corresponde
darte a ti el pésame.
-Supongo que
si, sabes perfectamente que ella no tenia familiares, estaba sola
en el mundo.
Se hizo un
pequeño silencio y el rubio reinició la plática.
-Estarás
esperando que te de las gracias.
-En realidad
no, lo hice porque no quería que te suicidaras tan pronto y con
alguien que no vale la pena. Además yo nunca deje de considerarte
mi amigo, aunque me debes un deportivo.
-Hasta ese
grado llego mi estupidez… en verdad lo siento mucho Terry… y todo
por ella.
-¿Realmente
la amabas?
-Si… la ame
como un loco… sufrí mucho con su traición y luego su muerte.
-Te voy a
contar un secreto. En el breve tiempo que estuvimos juntos, me
confeso que guardaba con cariño los recuerdos de aquellos momentos
que pasamos en la universidad, en cuanto te conoció se enamoro de
ti, nunca quiso confesártelo, sus deseos de triunfar siempre se
impusieron y para librarse de ese amor se entrego a mi, lo nuestro
solo fue de unos días, una relación de cama… pero eso fue antes de
volver a verte.
-Si no había
nada entre ustedes… por qué aquella noche, en ese cóctel,
¿demostraste lo contrario?
-Para hacerte
entender que ella no era la jovencita dulce, tierna que una vez
conocimos… que así como estaba de cariñosa conmigo, lo estaba con
cualquiera… pero su belleza te tenía cegado, tanto que no captaste
el mensaje.
-Lo reconozco
fui un ciego… en ese momento quería matarte, matarlos a los dos…
tú mi gran amigo tratando de quitarme a la mujer que tanto amaba.
-Pero tuviste
la oportunidad de hacerlo en aquel accidente… lo que es la vida,
venir a chocar precisamente conmigo. Anthony… yo siempre fui tu
amigo, nunca traicione nuestra amistad.
-Lo se y a
pesar de que nunca contesté a tus llamadas, a tus mensajes… tenías
que ser tú quien me salvará de la peor de las condenas.
-Anthony… ¿en
serio te ibas a casar con esa mujer?, no lo puedo creer… como es
posible que te creyeras el cuento del embarazo de esa tipa.
-Lo ves,
realmente fui un estúpido, un ingenuo… Elisa si que supo jugar sus
cartas, aunque la última jugada no le salio como esperaba. Si no
hubiera sido por tu mail, en este momento estaría disfrutando de
mi luna de miel – dijo el rubio burlonamente.
-Fue una gran
casualidad que escuchará su conversación, las mujeres no saben ser
discretas. Es más, precisamente aquí donde estamos sentados, ella
platicaba de lo más descaradamente con una amiga, y como tu
compromiso estaba publicado hasta en la sopa, supuse que eras tu
el tonto del que ella hablaba e inmediatamente te mande el mail.
-Si… llegó
el día que termine definitivamente con Caroline.
-Si pobre
Caroline, cuando me vi con ella en Italia la vi muy mal, por eso
viaje con ella. La pobre sufrió mucho con tu abandono, de haber
sabido que estaba tan loca, no la hubiera dejado sola… pero bueno
dejemos a los muertos en paz.
-Gracias
Terry, gracias por ser un buen amigo.
-Para eso son
los amigos Anthony… y ¿qué piensas hacer ahora?
-En unos días
parto a Escocia, quiero darme un respiro en mi vida, alejarme de
todo y de todos. Y tú qué harás.
-Regreso a
Italia a empezar las grabaciones de mi primera producción, ahora
no se que actriz hará el papel principal… aunque tengo en la mira
a un nuevo talento.
-No cambias
Terry, ¿acaso será la próxima en tu lista?
-Por ahora no
ando de cacería… además mi corazón se lo robo una linda jovencita.
-¿Tú
enamorado?... no lo puedo creer.
-Búrlate todo
lo que quieras y claro que puedo estar enamorado…
desafortunadamente no soy correspondido.
-Eso si que
es para sorprenderse… hasta donde yo recuerdo ni un “ejemplar” se
te escapaba.
-Siempre hay
una primera vez.
-Pues salud
por esa primera vez.
-Salud.
Anthony y
Terry siguieron platicando por horas, tenían mucho de que hablar.
A los tres
días Terry partió a Italia.
Anthony en su
departamento preparaba su equipaje, partiría al siguiente día a
Escocia.
-¿Estas
seguro de este viaje Anthony? – preguntó Stear.
-Muy seguro,
lo necesito.
-Y que hay
con Candy… creí que estabas interesado en ella.
-Lo estoy
Stear… pero creo que no es justo acercarme a ella cuando tengo
mucha tristeza en mi alma, no quiero que piense que la utilizo
para olvidar. Por eso me voy, para sanar mis heridas y entregarle
un corazón que este lleno de amor por ella.
-Anthony, no
se que decirte… ¿te vas por mucho tiempo?
-Un año.
-En un año
pueden pasar muchas cosas.
-Lo se, pero
confío en mi suerte. Esta noche será la última vez que la vea.
-Te deseo
mucha suerte Anthony. Me voy, quede de comer con Patty.
-Y como va
esa relación.
-De
maravilla, tanto que un año nos vamos a casar.
-Felicidades
Stear, me alegro mucho por ustedes.
-Confío que
estarás para el día de mi boda… tú serás mi padrino.
-Estaré
Stear, claro que estaré.
-Nos vemos
mañana.
-Hasta
mañana.
La noche
llegó, Anthony llegaba a un lujoso restaurante en compañía de una
bella enfermera.
Ambos
disfrutaron de una cena deliciosa. Tomaban una copa de vino
tinto, cuando ella preguntó.
-¿A qué hora
sale tu avión?
-Al medio
día.
-Entonces es
un hecho que te vas.
-Así es Candy…
tengo que hacerlo, mi alma trae un gran peso, esta llena de malos
recuerdos.
-La amaste
mucho… ¿verdad?
-No se si eso
que sentía se le puede llamar amor, tal vez era una pasión loca,
una historia de un loco amor… me deje seducir por la exquisita
belleza de ella… tal vez si ella no hubiera cambiado tanto… en fin
no tiene caso pensar en algo que nunca fue.
-Y estarás
mucho tiempo lejos.
-Un año.
Candy… se que no debo pedirte esto… pero… sabes me gustas mucho,
cuando estoy contigo siento que estoy en el cielo, tu mirada me
llena de paz… siento que me estoy enamorando de ti… pero no quiero
que sea de esta manera… es por eso que me atrevo a pedirte que me
esperes, tal vez peco de arrogante y a lo mejor me estoy haciendo
ideas que no son… - Candy interrumpió al chico acariciando con
ternura el rostro de él.
-Te amo…
simplemente te amo Anthony… si he esperado tanto por este amor,
podré ser capaz de esperar un poco más… amor es el que da
libertad, el que no aprisiona, el que no exige… y yo te esperare
todo el tiempo que sea necesario.
La
conversación fue interrumpida, una bella melodía se dejo
escuchar. Anthony se levantó e invito a Candy a bailar. La
enfermera se aferraba fuertemente a él, dándole a entender que le
amaba profundamente y que lo único que quería era estar a su
lado, solo eso estar a su lado.
Al terminar
la pieza, el tomo entre sus manos el bello rostro de la joven y
poco a poco acerco sus labios a los de ella, para finalmente
sellar con un beso la promesa de un día volver a verse y no
separarse jamás.
Al siguiente
día Anthony llegaba en compañía de sus primos al aeropuerto.
-Te vamos a
extrañar Anthony – dijo Archie.
-Y yo a
ustedes.
-Al menos no
vas a estar solo – dijo Stear.
-No… mis
padres y Albert me esperan en Escocia.
-Lo bueno de
todo esto, es que por fin nuestro padres se reconciliaron con
Albert, no tenia caso seguir con esta absurda separación – dijo
Archie.
-Si y me
alegro mucho por eso – dijo Anthony.
La mirada del
chico buscaba con impaciencia a su bella enfermera.
-Parece que
no vendrá – comento Stear.
-Eso parece…
creo que es mejor así. Bien la hora ha llegado, tengo que irme,
estamos en contacto.
-Buen viaje
Anthony – dijeron al unísono los hermanos.
Anthony
emprendió el viaje muy triste, pero sabía que era lo correcto.
Era mejor así.
Con el correr
del tiempo, Candy por fin logro titularse, ahora era la Doctora
White. La relación entre Stear y Patty, cada día era mejor.
Archie se esforzaba por ser el mejor de su clase, estaba a punto
de terminar sus estudios.
Terry por su
parte, estaba a punto de concluir la grabación de su película,
todo el gremio del espectáculo ansiaba ver el resultado de este
actor.
Anthony
mantenía una comunicación activa con Candy, de hecho Candy, Terry
y Anthony, pasaban horas en el msn, los tres eran muy amigos.
El gran día
llego, el repicar de las campanas anunciaba la boda de Stear y
Patty, fue una ceremonia bellísima.
Y en la
recepción.
-Estas
hermosa, no has cambiado nada.
-Tú cambiaste
mucho, te hizo bien el viaje.
-Lo dices en
serio… sabes, ansiaba volver, quería verte, estar cerca de ti.
Anthony tomo
entre sus brazos a su bella enfermera.
-Mírame a los
ojos Candy… y encontraras en ellos un gran amor… mi corazón solo
alberga amor por ti, un amor inmenso, un verdadero amor.
-Anthony…
ansiaba tanto este momento… te he esperado por mucho tiempo y al
fin estas aquí mi gran amor.
Los jóvenes
unieron sus labios en un profundo y largo beso.
Después de
tantos años Candy White y Anthony Brower hacían realidad su
historia de amor, aquella historia que quedó pendiente en un
pasado lejano y que en esta época ha podido ser.
FIN.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario