Estragos
de Guerra.
“Perla, ¿cómo ves que Isa quiere que participemos este año en la
Guerra Florida?”
Me preguntó hace unos pocos días Alejandra, vía messenger, a lo que yo contesté con un largo, enfático, rotundo y mayúsculo “NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO”
Hará tres años la última vez que participé en una guerra florida, y aún recuerdo el alivio y agradecimiento que sentí cuando el mes de abril llegó a su fin, y después de eso desaparecí no recuerdo cuanto tiempo del internet, pues si la guerra florida hubiese durado un día más, esa lucha de verdad habría acabado conmigo.
No, definitivamente yo no quiero participar en la guerra florida. Y no sólo por el gran detalle de tener que exprimir mi cerebrito al máximo en una corta cantidad de tiempo buscando inspiración para, diariamente, escribirle a un personaje, ya que soy una nulidad para dibujar y para editar videos llamativos. Sino principalmente porque el hecho de enfocar todas mis energías en una guerra virtual procurando que el nombre de mi bando siempre esté visible en la primer página de posts del foro, me afectó de tantas maneras en mi vida, que me resulta abrumador siquiera pensarlo, como para encima explicar cada mínimo detalle de cómo, en resumen, la guerra florida ha causado estragos en mi vida.
Me preguntó hace unos pocos días Alejandra, vía messenger, a lo que yo contesté con un largo, enfático, rotundo y mayúsculo “NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO”
Hará tres años la última vez que participé en una guerra florida, y aún recuerdo el alivio y agradecimiento que sentí cuando el mes de abril llegó a su fin, y después de eso desaparecí no recuerdo cuanto tiempo del internet, pues si la guerra florida hubiese durado un día más, esa lucha de verdad habría acabado conmigo.
No, definitivamente yo no quiero participar en la guerra florida. Y no sólo por el gran detalle de tener que exprimir mi cerebrito al máximo en una corta cantidad de tiempo buscando inspiración para, diariamente, escribirle a un personaje, ya que soy una nulidad para dibujar y para editar videos llamativos. Sino principalmente porque el hecho de enfocar todas mis energías en una guerra virtual procurando que el nombre de mi bando siempre esté visible en la primer página de posts del foro, me afectó de tantas maneras en mi vida, que me resulta abrumador siquiera pensarlo, como para encima explicar cada mínimo detalle de cómo, en resumen, la guerra florida ha causado estragos en mi vida.
Sin embargo, ya que te has tomado la molestia de comenzar a leer este “no post de guerra florida”, creo que te mereces una explicación un poco más detallada… y para compensártelo, trataré de hacerla entretenida.
Como dije, soy una nulidad para dibujar, así que, haciéndole honor a esa desventaja personal, te explicaré con brutitos lo que yo he llamado “Los estragos de la guerra florida”.
Uno de esos días de Guerra Florida, por la urgencia de postear, aproveché para usar la computadora de mi lugar de trabajo para entrar al foro rosa (no pongan esa cara, yo sé que acá más de uno ha hecho lo mismo).
Mi ventaja en ese momento, consistía en que mi jefa estaba fuera de la ciudad, y para ahorrar en llamadas telefónicas, toda nuestra comunicación era vía correo electrónico.
Y ahí estaba yo, sin supervisión y con acceso total al equipo de cómputo, revisando el foro rosa:
Cuando de pronto recibo una llamada telefónica de mi jefa:
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